"Jongin"
Un aroma desconocido había invadido mis fosas nasales, miré a Kristal en su lugar y ella entendió con una sola mirada
—Do TaeMin, ha venido lo he dejado pasar como usted me indicó.
Giré el picaporte y sonreí en mis adentros cuando esos apetitosos labios se acomodaron en una sonrisa, mi cuerpo reaccionó cuando mis pensamientos volaron. Sus ojos me escanearon completamente y al igual que yo lo hice con él.
Era bello y su cuerpo era proporcionado en todos los sentidos. Era coqueto y su sonrisa lo decía todo.
—Do TaeMin, un gusto conocerlo señor Kai— era descarado Y demasiado directo. Deslizó su dedo por mi tórax y abdomen, para después crear una sonrisita de esa linda boquita.
—¿Quieres comer? — deslizó su camiseta y me mostró su cuello, él era como los demás, sabían lo que deseaba. Entrelacé mis brazos en su espalda y afilé mis colmillos en su carne, el sabor era exquisito como el de su hermano. Su hermano. Empuñé mis manos cuando marqué a su teléfono y no contestó.
—¿Qué sucede, no quieres más? Quiero probar ese éxtasis de tus colmillos ¿Puedes hacerlo? — eso no debía preguntarse, sonreí por la tentación. Besé su mejilla y me despedí de sus labios para ir en busca del otro Do.
—Yo te aviso TaeMin, ahora estoy de salida.
//Recuerdo el momento en que lo conocí, era su primer día de trabajo. Me tomé el tiempo de obsérvalo.
Su menudo cuerpo y la forma de moverse al igual de esos bellos ojos que se movían de un lado otro inspeccionando el perímetro cuidadosamente para no fallar sobre el mandado que le habían hecho, me afirmaba que era nuevo en el trabajo.
Sonreí, porque él no lo hizo, cuando no mantuvo la mirada al frente ocasionando que su cuerpo se impactara contra mí. Fueron solo pocos segundos para degustar de ese bello cuerpo sobre el mío. Logró equilibrar la bandeja de metal en sus manos provocando que solo una taza de las 5 que había cayesen, pero su sonrisa y gratitud valieron la pena cuando pude salvarlo.
—¿Lo lastimé? — sus redondos y preciosos ojos me miraron sorprendido, supongo que sabía quién era la persona con quién había chocado.
Sonreí de nuevo.
—¡Lo siento! — negué. No podía enojarme con una criatura hermosa. Le sonreí y tomé la bandeja de sus manos. Su expresión no tenía precio, el negó cuando sus manos quedaron vacías.
—Ve y toma la última taza que te faltó, te espero—él llamó al lugar y regresó apresurado hacía mí.
—¿Dónde es tu destino?— sus ojos nerviosos me encantaron.
¿Había algo que no me gustara de él? Debía veriguarlo.
—Finanzas— Asentí entonces, empezando a caminar.
—Muy bien, vamos te enseño. Supongo que aún no sabes dónde queda. — el silencio lo aclaró todo.
—Nombre.
—Do KyungSoo, señor Kim— asentí. Repitiéndolo en mi mente, quería grabarlo en mis pensamientos y pronto en mi piel.
—Raza
—Hibrido— alenté mi paso. Había sacado la lotería. Era un híbrido, lo que necesitaba, fue allí donde mi interés lo consumió por completo. //
Tomé el primer auto que miré en el estacionamiento, maniobré para poder marcar su número mientras conducía. Los sonidos se hicieron eternos, hasta que me mandó a buzón. Golpeé el volante, me desesperaba no saber dónde se encontraba, no estaba en la empresa ya lo había buscado en ella.
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Todo tuyo
Vampire"No. Quiero que veas lo que estoy haciendo, quiero que confíes en mi. Y esto es lo único que puedo hacer para que lo hagas. Te lo vuelvo a repetir. Ya nadie me complacerá como lo harás tú. Seré TODO TUYO. Seré como un perro fiel. Estaré atado mientr...