III

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Shawn y yo avanzamos hasta mi habitación. Mi habitación con Zayn.

-Shawn... -jadee en un fallido intento por detenernos.-

Mi chico solo gruñó en respuesta. Sus besos comenzaron a bajar hasta mi cuello, se sentía tan bien, solo podía pensar lo que estaba sucediendo, la sensación era deliciosa y excitante. Sus manos estaban sujetando mis muslos mientras rodeaba su cintura con estas. Mis manos curiosas subieron hasta el cabello del oji-miel, y en un intento por profundizar aquel delicioso tacto, tire de este.

Mi mente y mi sentido como había desaparecido, me sentía tan bien en esta situación, ya nada importaba, solo él y yo, nuestra cercanía y sus caricias.

Con cuidado me recostó sobre la cama posicionándose sobre mí con su peso recargado sobre sus brazos. Sus labios dejaron mi cuello para volver a mi boca. Mis dedos jugaban en su cabello semi ruliento. Nos separamos por falta de aire. Shawn sonrió. Dios, su sonrisa.

-No sabes cuánto soñé con esto -habló en un susurro mientras acariciaba mi mejilla. Su tacto era cálido.-

-Esto está mal, Shawn... -baje mi mirada tratando de entrar en razón.-

-No lo amas, Maya -su tono me hizo entender que quería llorar, lo conocía tanto.-

-Pero nos vamos a casar.

Mi pulgar limpió una lágrima que había salido sin autorización por su ojo derecho. Me dolía verlo así, adoraba a Shawn, él tantas veces secó mis lágrimas, y yo las de él. Shawn siempre fue el hermano mayor que jamás tuve, siempre me ha cuidado, desde que éramos niños. Desde que vi a aquel niño con ojos rojos por el llanto y sus rodillas ensangrentadas; se había caído en un intento de no usar rueditas con su bicicleta.

Nuestros labios volvieron a unirse, en un beso desesperado, con agresividad, con necesidad de más...

Sentí sus manos por debajo de mi blusa de pijama, sus manos estaban frías por lo que mi piel se erizo ante él. Mis manos por su parte tomaron su ramera para sacarla con su ayuda a lo que él hizo lo mismo con la mía. Me abrace a mí misma en un intento de cubrirme, el brasier era incómodo para dormir, lo había olvidado completamente hasta que mi blusa ya estaba tirada por alguna parte de la habitación. Shawn solo sonrió y puso su peso sobre mí para quitar mis brazos y posicionarlos sobre mi cabeza.

-Déjame verte, Maya -me besó.-

Sus besos dejaron mi boca, volviendo a mi cuello, dejando leves rastros húmedos, bajo hasta mi clavícula mordiendo levemente. El único sonido en la habitación era el leve sonido de la boca se Shawn al separarlos de mi piel. Continuo su camino hasta mis pechos, mordió y succiono mientras su mano libre daba leves caricias en mi cintura descubierta.

Mi espalda se arque ante sus caricias, dándole a entender que quería más. Sin previo aviso un gemido me asaltó. Sentí la sonrisa de Shawn en mi pezón izquierdo. Mis ojos se cerraron ante el placer. Sus besos continuaron bajando hasta llegar a mi abdomen. Besaba y lamia dejando leves marcas con un tono rojizo.

Abrí mis ojos para mirarlo, pero mi vista se fijó en algo más. La fotografía de Zayn y yo en la playa reposaba sobre mi mesa de maquillaje. Era una preciosa foto para recordar un precioso día, el día en que Zayn me propuso matrimonio.

La realidad cayó sobre mí como un balde de agua fría. Mis padre, mis suegros, la empresa, nuestros amigos, mi casa, nuestra casa, Zayn...Shawn.

-Detente. -Tal parece no me escucho, ya que continua besando mi abdomen- ¡Shawn, detente!

Pareció oírme, ya que se detuvo y me miro por un segundo antes de hablar.

-¿Te lastime? -pregunto preocupado.-

Me levante de mi lugar quitándome a Shawn con la mayor rapidez posible mientras volvía a cubrir mis pechos con mis brazos.

Esto estaba jodidamente mal.

El silencio se apoderó del lugar. Ninguno decía nada, solo nos miramos en silencio. Sentía la mirada herida de Shawn. Me sentía triste pero a la vez sabía que era lo correcto, aunque en el fondo quería más, no quería detenerme, pero Zayn no merecía esto, él ha sido tan bueno conmigo y yo se lo pago engañándolo.

-Lo siento -su voz llenó el lugar.-

No supe que decir, solo asentí dispuesta a buscar mi pijama, necesitaba cubrirme, me sentía expuesta -aun cuando él ya incluso había besado mi cuerpo desnudo-.

-Maya, no quería obligarle, yo solo... -lo interrumpí.-

-No lo hiciste. Yo quería.

No podía mentirle de tal forma y decirle que no era lo que quería, lo que deseaba mientras besaba a mi futuro esposo...Yo quería que esto pasara, no era correcto, pero lo quería.

-Shawn -su prenda ya había vuelto a su cuerpo en quien sabe qué momento, su cuerpo estaba sentado en la orilla de la cama mientras me miraba- Yo quiero esto, de alguna forma me gusta -confesé- pero no está bien, ¿entiendes? -Él solo negó- Voy a casarme, en 3 meses, debo haberlo, así no lo quiera -Era cierto, desde niña me lo dijeron- Sabes que estoy destinada a casarme con Zayn, mis padres y los suyos así lo quieren. El mundo así lo quiere.

-Ve contra el mundo. Juntos. -Sus paso avanzaron cortando la distancia que nos separaba.-

-Shawn... -le suplique en un intento que se detuviera.-

-¿Es lo que tú quieres? -Sus preciosos ojos color miel me miraron suplicantes en espera de un "no".-

-Es lo que debo, por tanto lo que quiero. -Dije firme y sin titubear. Sabía que me estaba mintiendo a mí misma, pero debía ser así.-

-Hay una gran diferencia entre querer y deber, Maya.

-Toda mi vida me prepararon para esto, no puedo defraudar a todo el mundo y simplemente entregarme a una aventura que tal vez solo sea deseo -Él lo sabía, ¿Por qué me hacía esto? ¿Por qué ahora?- Busco amor, Shawn, y lo más próximo a eso es Zayn. -Me quería, es mejor que nada, ¿No?-

No hubo respuesta. Sus ojos me lo decían todo, estaba triste y la vez molesto. Sus ojos se cristalizaron levemente, haciéndome entender que iba a llorar, mas no lo hizo. Cerró sus ojos con fuerza y volvió a mirarme. Su cuerpo paso a un lado del mío sin decirme más, sentí como la puerta fue cerrada con fuerza y ya. La casa volvió a estar en completo silencio.

His Wife. |s.m|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora