¿Eres real?

Capítulo 1 - El Sueño

Estoy teniendo unos de esos sueños que suelo tener regularmente, es un sueño frustrante ya que estoy soñando con el hombre más fantástico del mundo literario, Hunter Stewart. La cosa es que el esta parado a lo lejos y yo corro hacia el pero mientras más rápido corro para alcanzarlo más lejos se va, este sueño lo tengo muy frecuentemente sin embargo hoy estoy corriendo hacia el pero el no se mueve y estoy a punto de tocarlo y de abrazarlo cuando de repente a lo lejos empieza a sonar un "pip" " pip" "pip" y en ese momento Hunter se empezó a desvanecer y fue ahí cuando me levante, cogi el despertador que se encontraba a lado de mi cama sobre la mesa de noche y lo tire contra la pared que estaba enfrente de mi.

Puta alarma y es aquí cuando salgo de mi maravilloso mundo de fantasía y me levanto de la cama para salir a la puta realidad.

Me baño, me pongo unos jeans negros y una básica blanca con mis converse y salgo, lista para ir a mi curso de inglés, mierda ¿Por qué tomé el primer horario, tan temprano en la mañana?. Paso por delante de mi padre sin decir nada y me detiene.

-Es que a caso estoy pintado aquí o ¿Qué diablos pasa? ¿No me vas a saludar? Ten un poco de respeto - dice el furioso

-El respeto se gana y tu no has hecho ni una puta mierda para ganártelo - no debió hacerme enojar, de por sí ya me levante de mal humor.

-Hoy te vas sola a tu puto curso porque yo no te voy a llevar, además no se para que vas a esa mierda, si vas a terminar igual que nosotros - respondió en un tono burlón.

-No te metas, tu ni siquiera pagas nada y te quejas, tengo una beca ¿Lo olvidaste? - espete.

Cojo las llaves de la casa que se encuentran en la mesa de madera del comedor. Antes de irme mi mamá se despide de mi y me pide de favor que deje de contestarle a mi padre de esa manera. No se porque ella es así, todavía ama y respeta a un hombre asqueroso después de tanta mierda que le hizo pasar durante estos 32 años de casados, mi mamá siempre ha sido una mujer sumisa que agacha la cabeza ante las decisiones de mi padre, si se lo puede llamar así, toda mi vida he odiado que sea tan ingenua pero a la final ella es el único rayo de luz que puedo ver en esta inmensa oscuridad que rodea.

Me voy caminando ya que esta cerca de mi casa y además quiero pensar, escuchar música y salir un momento de la realidad. Con cada melodía las personas van desapareciendo y somos la ciudad, los edificios y yo, claro pero cuando cruzo la calle tengo que mirar a los lados para no morir pero de ahí todo desaparece me olvido de los problemas, solo soy yo y la inmensa ciudad.

Por fin he llegado, entro al edificio inmenso y con aspecto demasiado formal para mi, me dirijo al tercer piso y resulta que el tiempo se me ha ido volando y he llegado 10 minutos tarde a la clase de inglés así que no puedo sentarme con mis amigas Katy y Kendra me toca sentarme con un desconocido que al final de la clase me di cuenta que era buen chico, me dio su número y lo agregue a WhatsApp para pasarnos la tarea o algo así.

Al salir de la clase de inglés, tenía unas ganas tremendas de ir al baño así que me dirijo hacia el baño que se encuentra en el primer piso al final de la biblioteca, hago la fila ya que por desgracia había 5 personas antes de mi, estaba tremendamente desesperada por entrar porque ya no me aguantaba más. Después de unos minutos finalmente entró y libero la presión que había en mi vejiga y cuando salgo, lo hago muy rápido porque tenía que ir a mi primer día de universidad, me tropiezo con un hombre ya que el baño de hombres se encuentra justo al lado del de las mujeres y cuando levanto la cabeza ahogo un grito, el chico baja la mirada y me mira ya que el es mucho más alto que yo, ha de medir un metro noventa o más y Dios me he quedado sin respiración, mierda es el puto Hunter Stewart aquí parado ante mi, es que ¡mierda! es igual, es blanco, tiene unos ojos cafeces claros de ensueño, el cabello un poco largo, ondulado y castaño que cae por su cara, tiene un cuerpo celestial, seguro que se ejercita porque cuando me choque contra el, su torso estaba un poco duro, seguro que lo estoy mirando como una idiota pero díganme ¿cada cuanto uno se encuentra con el chico que se ha imaginado mientras leíamos nuestro libro favorito ? La respuesta es casi nunca! - exclamó para mis adentros.

Es aquí cuando levanto la mano y le acaricio la mejilla, estoy apunto de creer que estoy atrapada en un sueño cuando abre la boca para decir con su voz... ronca diría yo:

- ¿Se te perdió algo? - dice con una mirada fría y alza una ceja, al mismo tiempo que me quita la mano de su suave piel blanca.

Sería de mucha ayuda para mi si dejaran su voto.
Gracias por leer.