Capítulo 5

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—¿Vergüenza? ¿Por qué?— preguntó el científico, quedándose totalmente quieto cuando el héroe se acurrucó contra él, colocando su barbilla contra su hombro.

White estaba helado. Estaba frío como un cadaver, y nunca antes había sido así.

No iba a negarlo, estaba algo nervioso.
Había cámaras ocultas dentro de la habitación, y se preguntaba si los observaban; quizá White lo notó y rompió las cámaras, quizá no.

En ese momento no estaba seguro de nada.
Estaba preguntándose demasiadas cosas y sentía que ahora era él quien perdería la cabeza.

—Que me veas en éstas condiciones, Slug. Sabes que nunca me ha gustado verme mal frente a ti..~

—No sé a qué demonios viene eso, White.

—No seas cruel. Y cuida tu lenguaje, ¿ok? No puedo hacerme cargo de ti y de esa vulgar boca justo ahora.— murmuró, hablando contra el cuello del científico.

Slug notó un escalofrío atravesándole el cuerpo, y presionó con fuerza la libreta que aún tenía entre manos.
Ahora estaba nervioso, ya que para él su héroe era predecible, pero en esa condición...no tenía idea de qué esperar.

White estaba inestable, afectado.

Deliraba, sin duda deliraba, y en esa posición...Slug se sentía vulnerable de verdad.

...y aún así, sabía que nunca le haría daño.

—Detente.— pidió el doctor, odiándose con fuerza ya que su voz se había quebrado. Había mostrado debilidad, y el contrario no perdería detalle, y aparentemente, tampoco una oportunidad.

—¿Hm~? ¿Pero qué he hecho yo, Slys?— preguntó con un tono juguetón pero a su vez adorable, y eso hizo a Slug temblar.
La sonrisa en los labios de White no era la de siempre; no era falsa, no era tierna, era una sonrisa que reflejaba triunfo, la sonrisa de un niño que sabe que se saldrá con la suya en su travesura.

—¿Te parece que es un momento apropiado, White?

—¿A ti te parece...Slys?— se acercó más, y fue hasta entonces cuando se percató que el de blanco había empleado sus sombras para quitarle la libreta y sujetarlo por las muñecas.
Irónicamente, se dio cuenta de que aunque se hubiera vuelto loco, White nunca, nunca, había sido agresivo con él.
Siempre...actuaba tan gentil...

Lo trataba como si fuera alguna pieza de invaluable porcelana.

Y jamás nadie lo había hecho sentir...tan irremplazable.

—...White.

—¿Se quitaría esa bolsa para mí, Doctor...o debo tomarme la libertad de hacerlo?

"You make me crazy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora