Parte 2

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El Sol marrón penetraba dentro del invernadero y paulatinamente recordaba a los hermanos que su tiempo era limitado y que podían correr peligro si no se apresuraban. Un rayo de luz se filtro por el cristal y penetro en la pupila de Kin, que con su mano piel cobriza reaccionó instintivamente y se cubrió los ojos color naturaleza, así que se dio cuenta que el sol no los cubriría mas en su camino al refugio donde Mina los esperaba ansiosamente.

Tomaron todo y ambos caminaron hasta la salida del invernadero donde un camino iluminado con líneas purpuras los esperaba para guiarlos con más facilidad, Kin saboreaba una antami, una fruta en forma de disco de textura rugosa y gruesa como un pulgar, de color oscuro por fuera y en el interior su color rosa con semillas negras esperaba ser saboreadas por Kin hasta llegar al refugio, eso tomaría unos 15 minutos.

Sus pasos eran apresurados, avanzaban bastante rápido y mientras caminaban trataban de no pensar en aquellos malos recuerdos de su familia en el pasado, cuando Cognitio estaba presente en todas partes hasta que la IGx apareció, esta extraña infección no se contagiaba por aire, alimentos, contacto físico o alguna cosa parecida, esta infección era causada por la aparición de pensamientos extremadamente egoístas, pero como todo padecimiento comienza con señales esporádicas como ser un poco envidioso, talvez un poco de ambición, lujuria, ira, enojo o tristeza.

La infección comenzaba con uno de estos pensamientos banales, después los pensamientos dejaban de tener lugar solo para ser ocupadas por las acciones, rápidamente la persona se convertiría en un ser primitivo, exaltando parcialmente sus deseos mas oscuros e inconscientes, esto ocasionaba que los humanos se mataran entre sí, pelearan por comida, por deseos o cosas frívolas. Ambos sabían que su madre tenía indicios de IGx pero tenían esperanzas de que ella sanara y sobre todo que pudieran salir de Teean a otra galaxia donde esta extraña infección no tuviera lugar.

Con cada paso que daban, el sol empezaba a descansar sobre la tierra, llegarían al refugio con buen tiempo. El lugar al que esperaban llegar era una casa para cultivadores similar a un prisma rectangular en vertical con las esquinas redondeadas y de color blanco con una gran ventana al frente dividida en dos partes por la mitad horizontal, está ultima se encontraba cubierta con una malla de metal a modo de seguridad, el refugio estaba bien localizado en medio del bosque muerto y destruido, no podían arriesgarse a exponerse a humanos infectados.

Gradualmente en la tierra aparecieron las líneas brillantes de color amarillo que diferenciaban a las casas de los invernaderos, entonces Kin observó la sonrisa de esperanza de Zok y le dijo:

-Zok, hemos llegado, ya sabes que debemos hacer.

La delgada silueta del chico se hincó, posicionó su rostro hacia el cielo, unió sus pulgares y sus índices para formar un triángulo y con una voz llena de esperanza, fe y rebosante amor a su familia recito agradecimientos a Animea, la diosa del espíritu, mientras cerraba los ojos y dirigía el triángulo formado al cielo.

-Animea, grande eres, Animea, vibrante eres, te doy las gracias por dejarme llegar a salvo con mi madre, Animea te doy las gracias por darme vida este día para poder recoger los alimentos y proveer a mi familia que en tiempos de carencia se encuentra, Animea gracias por llenar mi espíritu con energía y vitalidad.

Me encuentro en deuda contigo Animea "diosa del espíritu"

Zok bajo las manos hasta su posición original y abrió lentamente los ojos para después centrar la mirada en Kin, que estaba detrás de el con la cara y la ropa llenas de tierra mientras que sus manos aun cargaban la bolsa con provisiones. Kin se puso de pie solo para darse cuenta que sus rodillas estaban impregnadas de tierra húmeda, lo que provocó que se sacudiera los pantalones, entonces Zok fijo la mirada en la bolsa y se la arrebató a Kin, para entrar con ella a casa.

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