Parte 3

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Caminaron a la puerta que estaba al costado derecho de la casa prisma, esta estaba hecha de un polímero diseñado para ser resistente y liviano simultáneamente sin perder sus propiedades, ambos se colocaron frente a la entrada y Kin coloco su dedo en un lector de forma triangular de aspecto metálico a un lado de la puerta, aproximadamente a la altura del pecho, instantáneamente la puerta de color blanco se dirigió en dirección ascendente para revelar un interior austero, minimalista con focos de forma cuadrada de un tono blanco sin ser agresivo a la vista, Zok irrumpió en la casa y subió las escaleras que se encontraban en un vértice de la estancia para llevarle las frutas que había recogido a su madre que se encontraba descansando en la cama.

Esta casa prisma contaba con los servicios básicos y necesarios para sobrevivir solo con la ayuda de la naturaleza, alimentaba su fuente de energía mediante la estructura externa del pequeño edificio, el material utilizado para la construcción estaba compuesto por micro celdas solares que parecían invisibles a la vista, pero esto no significaba que no existieran o que fueran poco eficaces. En el interior contaba con un baño completo, dos habitaciones en planta alta y una cocineta unida a la estancia principal, la ultima se encontraba ocupada por un sillón del mismo tono que toda la casa.

Kin accedió a la casa después de Zok, detrás de ella la puerta se selló con un sonido metálico y hermético. Avanzo algunos pasos y se desprendió de su capa color gris que le cubría todo el cuerpo. Su rostro develaba una personalidad transparente, sus ojos grandes y verdes evocaban su compasión y honestidad, su nariz sofisticada la fortaleza, aquel rostro con apariencia de un diamante denotaba el amor y la resiliencia ante aquellas situaciones difíciles, sus cejas delineadas y pobladas la inteligencia que solo eran opacadas por sus labios carnosos, labios que demostraban la pureza de esta noble mujer, por debajo de su mentón delicado se encontraba el cuerpo de una adolescente preparado para hacer frente a las situaciones más difíciles, a pesar de que era una chica de complexión normal, tenia tendencias a estar delgada, debido a la falta de alimento, pero sin duda lo que llamaba mas la atención en ella era su hermoso tono de piel cobre, que aludía al color de una fortaleza impenetrable.

Kin dejo la capa en el sillón y caminó a la cocina para preparar la cena, mientras Zok se divertía contando a su madre lo que había hecho ese mismo día en el Invernadero, también inventaba historias de como es que las frutas tenían cierto parecido con los planetas y galaxias e incluso lunas. Su madre escuchaba atentamente, no tenia más que relajarse, la IGx aparecía cuando el paciente se hallaba en situaciones de enojo, ira o de egolatría, entonces todo lo que tenia que hacer Mina era relajarse y vislumbrar una esperanza para ella y sus hijos, sin embargo no era tan fácil pensar esto cuando tenías en mente que en cualquier momento tu familia podría ser atacada por infectados y todas tus esperanzas de vivir se verían mermadas por una infección a la cual no había cura más que la prevención psíquica.

Mina hacia su mejor esfuerzo para no entrar en un terreno negativo y toxico no obstante su inconsciente no se lo permitía, además constantemente tenia alucinaciones que mostraban a sus hijos siendo mutilados por su padre, estas alucinaciones eran un signo evidente de indicios de IGx en etapa inicial, pero como toda enfermedad, se puede evitar si se diagnostica a tiempo. Lamentablemente el panorama era adverso ya que no había cura mas que la misma mente. Ella miro a su hijo y le dio un beso en la frente para posteriormente decirle que lo amaba mucho.

-Zok, desde que naciste siempre has sido muy creativo, me gustan tus historias, me gustan como las narras con un entusiasmo parecido a un gigante, me contagias de tu vitalidad y de tu esperanza, te quiero mucho hijo, ruego siempre a Animea que nunca te ocurra nada. Sé que la situación en la que nos encontramos no es la mas favorable, pero tengo un presentimiento de que saldremos bien librados.

-Yo también te quiero mamá, te contare historias siempre que me las pidas, no importa si estoy cansado o es de noche, incluso si estoy cansado o no he comido, yo siempre estaré para ti mami. No quiero que te enfermes más, tu no te lo mereces, cuando salgamos de aquí te llevare a conocer la Galaxia, te amo mamita. Nunca te dejare sola.

Madre e hijo se abrazaron como si de un reencuentro se tratase, el calor inconsciente que ambos desprendían creaba una atmosfera de amor puro, ambos demostraban su cariño presionándose uno con el otro, Mina cerro sus alargados ojos y con esta acción dejo libre su tristeza y especulaciones negativas en una lagrima de expiación, que era la mejor medicina para la infección. Ambos salieron de uno de los dos cuartos para bajar las escaleras y encontrarse con Kin quien preparaba la cena.

MOCDWhere stories live. Discover now