Pacto de Amistad I

Capítulo VI

Transcurrió una semana, cada día Lord Lyon conocía más y más acerca de los Escoceses y sus costumbres, en esos días había recibido noticia de su amigo Lord Jeffers Bedford.

Gracias a Dios, que la carta llegó después que se descubrió todo, así pudo leerla tranquilamente, en ella lo invitaba a para que estuviera en El castillo de su padre para a principio de Diciembre, para celebrar su cumpleaños, él en verdad deseaba la compañía de sus amigos.

Lord Lyon percibió y se dio cuenta que estaban a principios de octubre, lo que le restaba dos meses para poner todo en orden, para poder acompañar a su hermano en esa fecha; Por otra parte ese día había llegado Miss. Ana Wolcobick, él la había visto de lejos, era una dama muy frágil, a diferencia de sus hermanas de pelo rubio y una piel blanca como el marfil, a desacuerdo de las demás esta se le veía muy tímida, e incluso no había parecido físico entre esta y las mayores.

Cuando tocaron a la puerta de sus aposentos, era el mayordomo:

—Su señoría el magistrado está esperándolo, pues tiene algo importante que notificarle.

Inmediatamente dejó la carta en el escritorio, bajó a reunirse en su despacho con Mr. Ballork

—Buenos días Mr. Ballork.

El caballero como dos más que lo acompañaban, se situaron de pies e hicieron una reverencia:

—Su excelencia, disculpe que nos presentemos de esta forma, pero ha surgido un accidente, si se puede llamar de esa forma:

Lord Lyon hizo un ademán con la mano para que tomaran asiento, de igual forma el lo hizo:

—Diga usted.

El magistrado miró a sus compañeros antes de decir:

—Bregma estaba encerrado en una habitación que usan los agentes, hasta que los soldados vinieran por él y los demás para llevarlos a prisión, como no deseábamos que los restantes le hicieran daño, lo dejamos apartado, y ayer en la mañana, cuando los soldados vinieron por él, y se lo llevaron de camino él....Él tomó el fusible de uno de lo soldado, con el cual, mató a este, pero cuando trataba de huir, le dispararon y murió.

—¿Qué? ––. Al Duque se le demudó el semblante al escuchar las palabras del magistrado, pero pronto se recompuso.

—Así fue, este es el telegrama que recibimos, su cadáver lo desean enterrar, pero debo ir para dar fe que es Bregma, pero antes deseaba informarle, como fue un verdugo de agente no entregan el cadáver, sino que lo entierran en una fosa sin nombre.

—Entiendo.

—Así que su excelencia, sentimos lo que ha ocurrido, pero debemos marcharnos.

—Si, cuando retorne, me informan si en verdad es Bregma.

—Si su excelencia.

Aquella noticias abrumó el corazón de Lord Lyon, así que después que los agentes salieron de su despacho, se quedó solo y al medio día no ingirió alimentos.

Ya era de tarde cuando tocaron a la puerta, era Mr. Campbell:

—Buenas Tardes su excelencia.

—Buenas Tardes Mr. Campbell.

—Siento informarle que el magistrado envió a decir que efectivamente el caballero era Bregma.

—Aunque no había recibido confirmación, sentía en mi corazón que él fue el caballero.

—Veo su excelencia que eso lo ha afectado.

—Desde luego, era mi primo, además perdió la vida tan...tan rápido.