Capitulo 1

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Me están matando los pies.

Llevo catorce horas de pie y anoche apenas pude pegar un ojo porque Theo tenía fiebre y no podía bajarsela.

Me envuelvo más en mi delgado abrigo tratando de protegerme del frío de otoño. Mi vecindario está en una zona deplorable de la ciudad pero es lo mejor que puedo mantener con un adolescente de 16  años y dos miserables padres. 

Mi pobre sueldo apenas y nos alcanza, y estoy tan cansada de tener que lidiar con dos trabajos, la universidad y cuidar de mi hermano. El día simplemente no tiene suficientes horas para lograr descansar más de cuatro. 

Entro al destartalado edificio y subo al departamento.

-Ya llegue - digo entrando mientras me quito el abrigo.

- Que bueno, pensé que tú padre solo estaba tratando de ganar tiempo - me quedó helada ante el sonido.

-¿Qui... Quien es usted?- murmuró asustada viendo al hombre frente a mí.

Debe tener alrededor de cuarenta y tantos años, bajo con una panza redonda, escaso cabello castaño cubre la inminente calvicie de su cabeza, y una sucia mirada cubre su rostro demasiado sudado. Me observa de arriba abajo evaluandome.

- Vaya tesoro escondido te tenías Gerald - se dirige a mi padre que hasta hora me doy cuenta está sentado en el sillón junto con mi madre.

-Te dije que te gustaría - habla con un poco de temor en sus palabras.

- Oh, claro que me gusta - se ajusta la entrepierna mirando mis pechos - lastima que no podré probarla - suelta un suspiro - pero bueno - da un aplauso - acepto llevármela a cambio de saldar tú deuda, sera la pieza clave de la subasta de está noche.

- Papá que está pasando? - digo temblando de pies a cabeza.

- oh, yo te diré lo que está pasando - habla el tipo acercándose un pasó - tú padre te acaba de vender por una deuda suya equivalente a cincuenta mil dólares .

Miro indignada a mi padre, en que rayos pudo gastar tanto dinero?, Si hace más de un mes que apenas y hemos podido comer.

- No me importan cuales son sus negocios con mi padre, pero sé muy bien que yo no estoy incluida en ellos - digo furiosa.

- Bueno, ya que tú no vendrás me llevaré al otro - de inmediato aparece un enorme tipo arrastrando a Theo del brazo.

- A Theo no se lo llevará nadie.

- Pues es el o tú querida - se acerca el y lo toma del brazo, lo gira hacia mí- por cualquiera de los dos me darán buen dinero- observo como me mira y puedo ver como el miedo lo consume y se solo con verlo se que mi decisión ya está tomada.

- Yo... Yo iré con usted pero no le haga nada, por favor - sollozo, veo como el tipo sonríe satisfecho.

- Vamonos entonces hay mucho que hacer y solo tenemos un par de horas - hace una seña y un tipo aparece detrás de mi y me agarra poniéndome en su hombro.

- Por favor cuiden de Teo, por una vez en sus malditas vidas hagan algo por mi que valga la pena - grito mientras las lágrimas caen por mi rostro.

Lo último que veo antes de que pongan algo sobre mi boca con un espantoso olor, es a mi hermano llorando y forcejeando mientras me grita que no lo deje solo, cierro los ojos sintiendo como una parte de mi alma se queda con el.

Después todo se vuelve negro...

Después todo se vuelve negro

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