Mark siempre había tenido una sensación un tanto extraña, odiaba las rutinas pero por alguna extraña razón siempre terminaba metiéndose en una, sin parar, justo como ahora, su vida parecía tan monótona y eso ya no sabía cómo describirlo. Tenía cinco años de estar junto a JaeBum, dos años de trabajar en una universidad como maestro y todo era absolutamente la misma historia.
–Profesor, ¿Está saliendo con alguien?
–Ya te lo he dicho, mil y un veces – habló con un poco de molestia en su tono de voz– tengo pareja.
La chica frunció el ceño y tomó su trabajo corregido, Mark al verla salir, soltó un suspiro fastidiado, no entendía de qué servía que JaeBum cada día de su patética viniese a recogerlo, aunque no había ningún problema, su novio laboraba a unas calles de la escuela. Se estiró y con sumo cuidado dejo que sus músculos se relajaran, pedía a gritos llegar a casa.
La puerta se abrió de a poco, supo que no era su novio porque JaeBum nunca hacía ese tipo de cosas tan tímidas, así que suspiró pensando en tener que discutir con otro alumno, para su sorpresa un chico (que al parecer no era alumno suyo) entró, lucía intimidado, pero a ojos del mayor este si quería en un golpe podía noquearlo, era realmente alto, de espalda ancha, sensual, pero al mirar su rostro pudo notar que era alguna clase de bebe metido en el cuerpo de un hombre.
–¿Usted es el profesor Tuan? – su voz era dulce, tanto que tuvo que fruncir el ceño y asentir- el profesor Joo me ha mandado con usted, para que revise mi escrito y de su opinión.
El engargolado que tenía abrazado lo extendió de golpe, Mark lo miró por un par de segundos y lo tomó. El profesor Joo era un profesor de últimos y primeros años, descartó la idea de que aquel chico fuese de quinto año por el simple hecho de la manera en que actuaba, pero le pareció extraño que le mandase un escrito de alguien de primer año, cada que le mandaba un escrito era por una simple razón: quería que el chico fuese mandado al programa de becas o algo parecido.
–Déjame el escrito y vuelves mañana ¿Esta bien? – preguntó con una sonrisa, el menor asintió con las mejillas rosadas.
–Está bien. – habló, Mark lo admiró por unos segundos pensando en lo lindo que era el chico, el cabello castaño, el lunar debajo de su ojo, sí, adorable.
Antes de poder pronunciar algo tocaron la puerta, dejando entrar a uno de sus mejores alumnos, Park JinYoung, el chico estaba en su clase y particularmente le agradaba, aunque este de vuelta no mucho o siempre parecía eso.
–¿YuGyeom? – preguntó el pelinegro, casi volando hacía el par, lo tomó por los hombros y lo arrimó hacía él, como si el menor fuese de su propiedad.
–Hyung, ¿Qué haces aquí? – preguntó tímido, el otro tenía ya el ceño fruncido hacía Tuan, el cual sonrió y se recargó sobre su asiento.
–Cierto, ¿Qué lo trae por aquí señor Park?
–Vengo a dejarle esto y a llevarme a él. – bramó, haciendo reír a Tuan, quiso suponer que era pareja, aunque el lenguaje del otro lo hacía dudar demasiado.
–¿Son novios? – preguntó, Park estaba a punto de responder pero el menor negó rápidamente.
–Ah~ ya veo– dijo haciendo que JinYoung quisiera golpearlo.
–Con su permiso dejo mi trabajo y me lo llevo. – Mark asintió alzando un poco los brazos, como si fuese la policía y lo acabasen de atrapar en una fechoría.
Park rodó los ojos y se llevó a Kim de ahí.
Justo en el preciso momento en que salían se toparon con Im JaeBum, Park lo fulminó en cuento lo vio y JaeBum sólo miró curioso al menor de todos y los dejo pasar.

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Bisous saveur chocolat; bmarkgyeom
أدب الهواةsólo no pudo resistirse a esos labios sabor chocolate. Two shot.