Prólogo

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¿Alguna vez escuchaste de esos ángeles encarnados que tienen el poder de sanar heridas ajenas y levantarte del suelo cuando te crees perdido? ¿No? Bueno, leerás sobre uno justo ahora, porque ella era uno de esos.

Una criatura de alas invisibles que caminan a paso ligeramente pesado con la cabeza alta y una sonrisa pacífica pero misteriosa, lo sé porque la he visto.

Aquellas personas que harán lo que esté en sus manos para levantarte cuando lo necesites o se tirarán al suelo contigo si lo creen necesario, sí, así era ella. Puedo asegurar que tenía un alma hermosa y una sonrisa igual, pero ambas eran preciosamente rotas y nadie lo comprendía o nadie quería entender que la chica de mirada altiva y vivaz estaba más rota de lo que se quisiera admitir.

Nadie entendía que esa fuerza que proyectaba, en realidad era un miedo tan único que la hundía y tenía como grito silencioso susurros de aliento que daba a los demás esperando que en algún momento alguien estuviera para ella...pero no estaban porque ella era el ángel que necesitaba ser salvado pero nadie buscaba salvar.

Ella era esa copa de trago que usas de vez en cuando, solo cuando la necesitas y dejas empolvar, o así se sentía... Ella era de las que entregaban todo o nada y al final... se quedaba sin nada por entregarlo todo.

Porque joder si ella no era la chica de sonrisa, alas, mirada y alma rotas que intentaba ser fuerte para sobrevivir en un mundo de personas que creen estar despedazados pero solo están despostillados.

Así que...sí, ella era una chica de café a media tarde, de cama y pelis los domingos, de correr a cualquier lado donde la necesitaran, de dar el corazón entero porque podía estar rota pero tenía el corazón completo por si necesitabas de él y de su ayuda... ella era una chica de libros al azar y de sonrisa franca, de mano extendida y brazos abiertos, de fuerza que impulsa y de "al pasado pisado, al presente que se asiente y al futuro...pues de ese ya hablaremos". Ella era de esos ángeles encarnados a los que la vida les rompe la sonrisa pero no se dejan vencer tan fácil y dio tanto de sí misma a cada uno que al final...no fue la vida quien le rompió las alas, ya te imaginarás quienes fueron.

Y esa es la historia de la chica de sonrisa rota que dejó de existir para presentar la nueva versión de sí misma, una diablesa tan cabrona que se arrancó el corazón pedazo a pedazo y lo tiró a la basura, se cortó las alas que tanto le pesaban y aventó el aureola que tanto habían luchado por arrebatarle... o eso dicen los demás simplemente porque dejó de cuidar de ellos y acudir a su rescate para comenzar a cuidarse sola y rescatarse a sí misma.

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Espero que me acompañen en esta nueva historia, sé que no he terminado TST, pero siendo sincera no encuentro  más inspiración para esa novela, intentaré publicar pronto. Mientras tanto, habrá cap de esta historia cada semana. 

Ya saben,

comenten, voten, siganme.

PaoA

De cómo curar un corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora