Samanta:
Soy una chica inteligente, graduarme de la preparatoria fué un paseo total. Nunca fuí muy amigable y mi aspecto no era el mejor, así que nunca me enamoré de un chico en especial...no iba a corresponderme. No hice amigos...realmente nunca me encargué de hacerlos, mi actitud pese a las críticas de todos logró hacer una gran barra divisora. Estoy bien así.
-Tal vez no
Me reprocha mi conciencia.
La callo y sigo de camino a la universidad.
Amo la brisa y para ser sincera se siente bien salir de casa, digo, no es que quiera asistir a clases pero ya sabes lo que dicen, una mente ocupada no tiene tiempo para estar triste.
-Por eso debías hacer amigos.
Shhh!
La calle es ancha, me gusta caminar por debajo del andén cuando voy por esta vía. No transitan muchos autos por aquí. Los arboles son hermosos y cuando sopla la brisa las hojas se mueven y las que yacen en el suelo comienzan a volar, es una sensación de entera paz. Inhalo y exhalo como si el aire fuese droga, es realmente maravilloso.
Mientras voy en camino pienso en mamá, quien se vió tan emocionada cuando venía a mi primer día de clases, no quiero decepcionarle, necesito mantener mi promedio pero rayos! es tan difícil explicar en casa cómo me siento yo no debería...
Y eso fué lo último que recordé...cuando despierto estoy en una sala de hospital y sólo puedo observar a mi madre sentada a un lado y sólo puedo pensar en que está en horas de trabajo, ¿por qué está aquí? Ashh el dolor al intentar levantarme me devuelve a la realidad, miro a mis piernas, todo parece estar bien pero por alguna razón mi espalda duele horrores, -maldita sea pienso, y un chillido sale de mí. Mi madre se levanta ansiosa y leo preocupación en sus ojos.
-¿Qué me sucedió? -tartamudeo, incluso hablar me duele. Las últimas escenas que recuerdo vienen a mi mente, todo luce borroso luego de quejarme mentalmente.
Mi madre corre desesperada y ansiosa hacia mí -¿Estás bien? oh Dios Samanta moriría si algo te pasara -una lágrima bajando por su mejilla.
Que maternal madre, pero no es el momento, realmente quiero saber qué me sucedió.
-¿Que me pasó?- ok, estoy empezando a ponerme nerviosa...¿y si morí y esto es un sueño?
-Ja! ya quisieras.
Maldita conciencia, estoy en un momento crítico, ¿podrías callarte?
Mi voz es más insistente, mi madre sólo llora y no dice nada.
-Te atropelló un autobús. -dice entre sollozos.
Oh no! en medio de toda esta desesperación me lancé a un coche, quise suicidarme y fallé! vamos, acaso ni eso puedo hacer?
Mi madre continúa: -Escucha Sam... Ashhh conozco ese tono, debo parar esto realmente no estoy lista para que intentes ser una madre amorosa, ahora no.
Me sorprendo a mí misma e interrumpo sus torpes palabras.
-¿Cómo terminé aquí?
-Un joven bajó del autobús y te trajo aquí.
Fiuu, funcionó. Me sorprende el hecho de aún estoy viva, teniendo en cuenta el pésimo servicio de salud.
-Ahh. -respondo y sólo miro a otro lado. ¿Qué iba a decirme ella?
-No debiste interrumpir si ibas a estar con la intriga. Idiota.
¿Qué tú nunca te callas?
Mi madre continúa: -El joven dice conocerte, está en la sala de espera.
Genial, sólo me faltaba tener que soportar al idiota que no me dejó morir ¿un poco de inhumanidad es mucho pedir?
-Como sea, sólo dale las gracias y dile que ya se puede ir -digo con desinterés, sólo espero que mi madre no salga ahora con eso de 'debes ser agradecida'
-Sam..no seas desagradecida.
Bingo!
-Si no fuera por ese joven habrías muerto en la calle. -continúa mi madre.
Qué espera que lo abrace y le haga un altar?
-Mamááá!! -protesto aunque sé que será inútil.
-Lo harás pasar y punto final. -dice y sale dando grandes zancadas que me hacen recordar al un-dos, un-dos de los militares.
Sabía que su momento maternal no dudaría mucho, ¿es que incluso acabando de revivir no puede dejar de imponerse a toda costa?
Estoy pronunciando profanidades mentalmente cuando lo veo entrar.
Alex.
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Veneno en la piel.
RomanceSamanta, una chica irreverente, tímida, con un único amor a...de hecho no tiene eso siquiera, se reencuentra con antiguo compañero, Alex con quien había vivido una linda y única historia de amor durante sus años de preparatoria. ¿Podrán estos chicos...