3- Yui

990 44 10
                                    



Llego hasta una escuela, bajo del auto y entro hasta el patio.

-Mami, mami- una pequeña viene corriendo hacia mí, yo me agacho a su altura y la abrazo. Ella era tan parecida a él...sus mismo cabello oscuro y ojos negros, lo inquieta y aventurera.

-¿Cómo te fue hoy, amor?- beso su mejilla.

-Bien, hoy hicimos un dibujo de nuestras familias- me muestra el dibujo y en él habían 2 personas- somos tú y yo- señala a cada una y sonríe.

-Están muy lindos los dibujos, serás una gran artista-

-Seré una gran dibujante- me abraza.

-Claro que sí, la mejor- sonrío orgullosa y vamos al auto, la subo a su asiento y luego yo al mío para empezar a conducir.

-¿Por qué yo no tengo papá?- pregunta mi hija de pronto y aquello me hace frenar de golpe, no me lo esperaba -Todos los niños dibujaban a sus papás, pero como yo no conozco al mío no pude hacerlo- se veía triste.

-Amor...¿Quieres ir a los juegos y comprar un gran helado?- sabía que estaba siendo cobarde, pero no estaba lista para hablarle de su padre, no tenía ni idea de qué decirle sobre él y menos después de nuestro encuentro.

-¡Sí! ¡Juegos y helado!- grita emocionada mi niña y se olvida de la pregunta anterior, yo solo continuo conduciendo hasta que llegamos al parque de diversiones.

Luego de 3 horas ya estaba en el restaurante otra vez y al llegar veo a mi amiga con su laptop en la oficina.

-¡Tía Lisbeth!- mi niña corre hacia ella y la abraza.

-hola, Yui- responde el abrazo y besa su mejilla -¿hoy se fueron de paseo?

-Sí, fuimos al parque de diversiones y comimos un gran helado- sonríe emocionada mi pequeña.

-Me alegra mucho- mi amiga me mira sospechosa -Yui, ve a la cocina y dile a Naru que te sirva un jugo-

-Ok, tía- corre a la cocina.

-¿Pasó algo malo hoy? Se supone que vendrían hace 3 horas- alza una ceja.

-Yui...preguntó por su padre- suspiro y me siento en un mueble -no supe qué decirle y solo opté por hacerla olvidar de su pregunta-

-¿Fue por eso o porque hoy lo viste?-

La miro sorprendida y sin decir nada.

-Olvidaste tu teléfono y fui a alcanzartelo, al salir vi al idiota de Kirito parado fuera del restaurante y a ti irte corriendo- niega.

-Sí, hablamos, pero él no tiene nada que ver, no se acercará a mi bebé nunca y ella no lo conocerá-

-¿De qué hablaron?-

-Preguntó por Yui- suspiro -pero sigue creyendo que no es su hija y yo no se lo negué, no le voy a volver a rogar para que confíe en mí-

-¿No crees que quiera verla?-

-No lo creo y yo tampoco lo voy a permitir- digo segura -no quiero que él trate de acercársele, no lo quiero en su vida luego de que no le importó si nacía en la calle o lo que pasara con ella- mis lágrimas aparecieron otra vez -si ya la rechazó una vez, sería capaz de hacerlo nuevamente y primero lo mato antes de permitir que lastime a mi hija-

-¿Estás segura que él la rechazaría a pesar de tener la seguridad de que es su hija?- me mira a los ojos -¿No quieres que la lastime a ella o a ti?- suspira -¿Qué pasará cuando Yui crezca y pregunte por su padre otra vez? No podrás distraerla toda la vida con helado y juegos, además sabes que aunque nosotras la amemos y le demos todo, eso no reemplazará a su padre- toma mi mano -Sé que ante todo eres una buena madre -sonríe

Suspiro sin saber qué decir.


Lo que un día fueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora