¡DANI! ¡MIS PADRES! -grite-
Shhh! -siseo- Tranquila, mis padres han hablado con ellos y han cedido. Podras venirte durante unos meses con nosotros tu y tu hermana asi que tranquila -dijo el sonriendo-
Pero Dani... -dije yo siendo interrumpida-
Shh.. ahora tranquilizate y duerme que nos queda mucho viaje -dijo apoyando mi cabeza en su hombro para el apoyarla sobre la mia-
Joder, Dani pero... -dije otra vez siendo interrumpida-
Shh.. he dicho que duermas pequeña -dijo susurrando-
Vale -dije dandome por vencida-
Al final me dormi, pensando en el, en Dani, oliendo su aroma ¡Joder que bien olia! sintiendo su respiracion cerca de mi cuello, sintiendo el olor a menta de su aliento, sus dedos tocando mi pelo para tranquilizarme, su pecho subiendo y bajando a causa de que tenia que respirar, pero de repente su mano, se entrelazo con la mia, sus dedos encajaban a la perfeccion con los mios y tenia las manos frias no se porque, tal vez hacia frio pero no creo, era verano, pase de ese tema solo me centre en ¿por que habia enlazado mis manos con las suyas? note como tocaba el anillo que me regalo mi madre cuando tenia 10 años, parece que eso le relaja. Despues de unas horas note como Dani se movia y me susurraba
Pequeña... Peque... despierta... hemos llegado -decia susurrandome-
Uhhhh -masculle- Un ratito mas mama -dije-
Cielo, no soy tu madre, soy Daniel Oviedo Morilla -dijo el-
¿COMO? -dije despertandome sobresaltada-
JAJAJAJAJA -escuchaba la risa de todos-
¡JODER! ¡Seras ... ! -dije yo-
Sere ¿que? -me reto-
Nada, olvidalo -dije riendome-
Sisi -dijo dandome la razon y saliendo del coche enfadado-
¡DANI! -grite viendo como se largaba corriendo por aquellas calles de Sevilla-
Yo sali corriendo tras de el pero lo perdi y joer yo tambien estaba perdida, no sabia nada de Sevilla. Y me habia perdio persiguiendo a mi idolo por ser idiota no paraba de llora y grita
¡DANI! ¡DANI! ¡DANI LO SIENTO JODER LO SIENTO! -grite desespera-
Empezo a llove y pense GENIAL LO QUE ME FALTABA no paraba de llorar sentada en el suelo de esa gran ciudad esa SEVILLA, derepente me levante y segui corriendo con todas mis fuerzas, necesitaba encontrarlo.