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El claxon de un Hatchback empezó a sonar detrás de mí, el estacionarme jamás será mi fuerte. El tiempo se vuelve efímero al pensar en el. Tome mi cartera y me dispuse a entrar al banco.

Estaba tan aferrada en mis problemas, tan aferrada en mi, que olvide por completo prestar atención a mi alrededor, a lo que pasaba en mi ciudad a lo que sucedía en la vida real.

Y entonces...

Todo fue en un abrir y cerrar de ojos, los gritos empezaron hacerse presentes, una mujer de complexión delgada me tomo del brazo, comenzó a caminar muy deprisa y llevarme detrás de un transformador de energía. Sin decir una palabra. Alrededor de nosotras había un grupo de personas atacando el banco, con armas largas, y pasamontañas; pero no, eso no parecía un asalto, ellos buscaban algo.

Por alguna extraña razón, la chica traía el mismo camisón azul cielo de manga larga que dejaba ver nuestras clavículas y hombros, el mismo color de jean y unos zapatos muy similares.

Me miró y susurro -No hagas ningún ruido, te lo suplico, quédate conmigo y no hagas nada que ponga en riesgo nuestras vidas.-Dijo temblorosa de las manos.

Asentí con la cabeza, procurando no emitir palabra alguna.

A unos cuantos metros estaba mi carro, entre la adrenalina, lo que pasaba y con la gente alrededor, lo único que pensaba era en dirigirme hacia el, y marcharme. Idea completamente absurda, ya que está chica se encontraba aferrada a mí, tenía miedo de moverme, después de lo que dijo. De pronto un 
Audi frena aceleradamente delante de nosotras, la chica se para y me jala con ella, dirigiéndonos a la camioneta.

-Ven conmigo, no hagas nada que llame la atención solo camina. -Repitió

¿Soy la única que en momentos de tensión se bloquea? Que clase de persona le hace caso a una desconocida que está vestida similarmente a una, si están en lo correcto... Yo.

Adentro nos esperaba dos hombres y una mujer. Tan solo nos subimos y arranco velozmente.

-Las vieron?. -Dijo el piloto
-No. -Contestó la chica.

El hombre que estaba alado de mi, comentó. -Es hora de que te presentes. -Sonrió.

-Si estoy aquí es por qué ya saben mucho de mi ¿No?. - Pregunté mirando hacia enfrente.

Cómo explicar el cómo me sentía, como mi estómago estaba revuelto, y el latido de mi corazón lo sentía en mis odios. Lo que podía notar es que nos dirigíamos hacía la zona norte de la ciudad.

-Estas en lo correcto. -Dijo la mujer que me trajo hasta aquí.

-Bueno, realmente no sabemos todo de ti, mira me presento soy Leo, Leonardo para ti. -Extendió su mano para estrecharla con la mía.

Me limité a saludarlo.

-Te lo resumo, estás aquí por qué necesitamos de ti, ya que eres la única persona que nos  puede ayudar. -Dijo la mujer que se encontraba en el asiento del copiloto.

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⏰ Última actualización: Mar 14, 2019 ⏰

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