little spoon [tendery - wayv]

Parte Única

Había sido una larga semana para Ten. Exámenes rigurosos, turnos con horas extra y nada de tiempo para sí mismo o sus amigos. Accedió sin pensarlo cuando Johnny ofreció ir a una fiesta organizada por un amigo de la carrera de odontología, necesitaba relajarse y beber hasta olvidarse de su nombre o eso quería hasta que Kunhang y Dejun decidieron unirse a ellos; Ten no era todo un adulto, Hendery y Xiaojun (como les gustaba autoproclamarse) tampoco lo eran, pero ellos encendían en él un material de papá que simplemente no podía evitar.

Llegaron las diez de la noche y con ello sus amigos para partir rumbo a aquella fiesta localizada a unas 10 calles de su departamento. Salió de la habitación encontrándose con un Hendery diferente, ropa oscura pegada al cuerpo, no era muy musculoso, pero tampoco un flacucho, era perfecto, le gustaba y jamás se lo había negado a sí mismo. Este le dedicó una sonrisa y una mirada indagatoria, entendió esto como un "¿luzco bien?" a lo que el tailandés asintió; en la sala, Johnny y Xiaojun platicaban animadamente sobre algo que no alcanzó a escuchar.

–Sólo esperábamos por ti, ¡vamos! – Johnny se levantó del sofá tomando sus llaves.

Ten decidió consigo no beber y no perder de vista a los menores.

Sintió que se defraudaba a si mismo cuando cruzaron el portal y no había ni rastro de Xiaojun o Hendery, inhalo profundamente y exhalo, tomó una cerveza y se dispuso a buscarlos.

Dio un brinco en su lugar cuando unos brazos lo rodearon.

–¡Tennie hyung! Estoy tan feliz de que haya venido. – un mareado por no decir borracho Lucas lo recibía con una sonrisa.

–Lucas, ¿has visto a Hendery? Lo perdí de vista apenas llegué. – levantó la voz sobre la música.

El chico negó con la cabeza mientras era estirado por una muchacha para ir a la pista de baile. El tailandés se auto convenció de que todo estaba bien, que disfrutara de la fiesta.

Tomó asiento en el porche por al menos hora y media, si algo pasaba Johnny no tardaría en buscarlo. Estaba más tranquilo hasta que escuchó un estruendo dentro de la casa, corrió dentro y se encontró con un Hendery eufórico sobre otro chico, al cual no pudo verle el rostro, mientras Xiaojun intentaba separarlos. Se interpuso y de un estirón los sacó del lugar.

Johnny se acercó para decirle que podían irse en su auto y que Taeil le había ofrecido su casa para pasar la noche.

Cuando subieron al auto, el tailandés pudo comprobar el estado de sus menores, Hendery tenía un pequeño corte en el labio del que al parecer no se había dado cuenta porque cantaba "Baby Shark" muy alegremente. No pudo evitar sonreír cuando el chico cantaba canciones de Girl's Day mientras lo recostaba –tiraba– en la cama.

–Lamento el mal rato que lo hicimos pasar, ge. – se disculpaba Xiaojun mientras hacía una cama improvisada en el sofá.

–Son cosas que pasan, no te preocupes, niño. – le sonrió.

Se dirigió a su habitación para verificar si su amigo seguía con vida, con un vaso de agua helada en la mano. Sus ojos se abrieron al encontrarlo sólo con un short de pijama puesto y el cabello húmedo, supuso que seguía ebrio pues este le dedicó una sonrisa bobalicona.

–¿Vamos a dormir juntos, ge? – preguntó torpemente mientras se subía a la cama. – Siempre quise dormir en cucharita con alguien. –

Ten dejó escapar un suspiro. Decir que no era difícil, el pelinegro en su cama sólo lo hacía aún más.

–Voy a ducharme. – fue lo único que salió de su boca.

Cuando salió del cuarto de baño, su habitación estaba vacía, se secó el cabello y se sentó al borde de la cama mientras revisaba su celular. Sintió el colchón hundiéndose a su lado y un Hendery notoriamente cansado le sonreía.

–¿Eres la cuchara grande o la cuchara pequeña? – preguntó el tailandés con diversión.

–Yo... ¡soy un cuchillo! – exclamó el menor con emoción.

–Es la pequeña. – agregó Xiaojun que pasaba por el pasillo, mientras cerraba la puerta.

Se recostaron de modo que Hendery quedaba de espaldas a Ten y se cubrieron con varias mantas. El mayor estaba por quedarse dormido cuando su compañero dio la vuelta, se miraron por lo que sintieron siglos o tal vez fueron segundos; el menor le sonrió y besó suavemente su mejilla.

–Buenas noches. – le susurró y volvió a girarse.

Hendery no había más que medio vaso de cerveza. Sólo quería encontrar la forma de ser un cuchillo; pero la cuchara pequeña también estaba bien.

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One-shot inspirado en este tweet, que vi hace unas semanas: