parte 14°

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"Esperemos lo mejor", dijo el médico.

Rápidamente tiró de la última venda, dejando expuesto el rostro de Jeff. La madre de Jeff dio gritos. Jeff notó los rostros atemorizados de Liu y su padre

"¿Qué? ¿Qué pasó?", susurró Jeff.

Salió corriendo de la cama y corrió hacia el baño. Se miró en el espejo y comprendió la angustia de su madre y el temor de su padre y su hermano. Su rostro. Su rostro es horrible, sus labios se han quemado, semejantes a una sombra profunda de color rojo; la piel que se extiende sobre su faz es blanca como la nieve, y su pelo chamuscado ofrece a la vista el negro marchito que reemplazó a su cabellera castaña.

Deslizó una mano por su rostro. Se sentía como cuero. Volvió a mirar a su familia y luego al espejo.

"Jeff", suspiró Liu, "No está tan mal..."

"¿No es tan malo?", murmuró Jeff, "¡Es perfecto!"

Su familia quedó completamente sorprendida. Jeff comenzó a reír incontrolablemente, sus padres notaron que sus manos temblaban.

"Uh... Jeff, ¿estás bien?"

"¿Estar bien? ¡Nunca me he sentido más feliz! Ja, Ja, Ja, Ja, Jaaaaaa, mírenme, este rostro combina a la perfección conmigo!"

No podía parar de reír. Él se acarició el rostro, mientras se miraba en el espejo. ¿Por qué se comportaba así? Ustedes recordarán que cuando Jeff peleó con Randy su mente fue devastada por la locura, una que dormía en su espíritu y que se alzó infernal y demoníaca cuando su juicio crítico no pudo contener más los instintos oscuros de Jeff.

"Doctor", inquirió la madre de Jeff, "¿Está bien mi hijo... Bueno, ya sabe, de la cabeza."

Jeff The KillerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora