Sorry, But I'm Taken

16.

Perrie nunca en sus años de ser amiga de Jade imaginó actuar como una madre que intentaba evitar que su hija luchara contra la niña de cabello ombré que estaba a punto de romper los mechones de jengibre de la otra niña porque ver a Jade se enfurecía y todo indignado era algo que deseaba no haber visto nunca.

Perrie estaba literalmente haciendo todo lo posible para agarrar los antebrazos de Jade, mientras que Jade, por otro lado, básicamente se soltaba de las manos de Perrie. La rubia en realidad estaba deseando desesperadamente poder tener los poderes de Superman.

"¡No te golpeé a propósito pequeña idiota!" Jade escupió indignada a la chica más corta mientras intentaba desalojar sus brazos del agarre de Perrie una vez más, aunque Perrie no lo permitió. "¡Eres una jugadora de voleibol, por el amor de Dios! ¡Conoces las reglas! No estaba haciendo nada malo, simplemente el ..."

"¡Lo hiciste a proposito!" La chica discutió, señalando su ojo que aparentemente estaba rojizo por el voleibol. Jade no pudo evitar poner los ojos en blanco por ser demasiado sensible y débil. La morena se preguntó por qué la chica incluso intentaría jugar al voleibol si tuviera miedo de ser golpeada por una pequeña pelota.

"¡No lo hice! Solo eres débil y extremadamente molesta por no aceptar que ganamos de forma justa y seguirás siendo una maldita perdedora."

"Oye, cuida tu boca!" La mujer mayor a quien Perrie creía que era el árbitro estaba de pie en medio de las dos jugadores de voleibol, sosteniendo ambos brazos en ambos lados y frente a sus caras mientras intentaba poner fin a esta estúpida discusión, mirando a las chicas alternativamente.

Camila se paró junto a Perrie y también a Lauren, sacudiendo el hombro de Jade. "Jade, vamos. No empieces con esta mierda"

"¡Ella lo comenzó!" Jade acusó a la chica de cabello jengibre cuando exitosamente le quitó el brazo a Perrie y la señala sin vergüenza. "Y creo que ella debería ser la que termine esto"

"¡Thirlwall, siéntate en los bancos ahora!" El entrenador de Jade llamó, silenciando a las dos chicas por un momento hasta que Jade gimió ruidosamente y miró a Perrie por encima del hombro.

"Perrie, te amo y te advierto que me dejes ir ahora mismo o te llevaré conmigo" Advirtió, con su voz mezclada de amenaza y firmeza, pero en lo único que Perrie pudo concentrarse fue en el hecho de que Jade en realidad le dijo 'te amo' a ella. Jade puso los ojos en blanco y se encogió de hombros. "Bueno, si no me dejas ir, tendrás que venir conmigo"

"¿Qué?"

Fue entonces cuando Perrie se dio cuenta de que Jade ya se había alejado del agarre de la rubia y, de repente, sintió que su mano se apretaba cuando la chica de cabello ombré prácticamente la arrastró de la escena sin una palabra, mientras escuchaba algunas voces que le pedían que regresara.

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"Jade, ¿estás fuera de tu mente o acaso sufriste por la pérdida de la memoria a corto plazo?" Perrie resopló, sintiéndose un poco molesta por Jade que en realidad no estaba reconociendo lo que acababa de pasar en el gimnasio de su escuela.

Jade miró brevemente a la rubia, cuya expresión mostraba agravación, aunque Jade se encogió de hombros y le dio a Perrie una sonrisa inocente pero astuta. Jade recogió un pedazo de su comida y la sostuvo a unos centímetros de la cara de Perrie y se rió.

"Vamos, Perrie. ¿No te encantan los panqueques? Toma un bocado. Sabe delicioso"

Perrie la miró con incredulidad, notoriamente no estaba de humor para que Jade fuera infantil. Ella sacudió la cabeza lentamente.