Louis Pan |Larry Stylinson| |Terminada|

¿Dos papás?

"Because we just need to live..."

La casa de los Styles, al estilo de su época, colonial, con grandes puertas de madera, paredes altas con techo empinado, grandes ventanales. Típica mansión.

Todo estaba en silencio... excepto el cuarto de los tres hermanos, quienes se encontraban escuchando al mayor, el cuál con entusiasmo de sobra relataba su mejor cuento.

-¡Sigue! -dijo el mayor sentándose en una de las almohadas que suponían ser los "asientos".

-Y... en cuanto menos lo esperó... el príncipe sintió como Garfio ¡lo tomó y alzó su espada y colocandola en el cuello de el pobre Pan...! -narró Harry dramatizando un poco con un pedazo de cartón y un gorro de papel-aluminio, sus hermanos reían por la expresión en la cara de su hermano al contar sus historias, y el, adoraba hacerlos felices.

-¿¡Y que hizo Pan!? -preguntó el mas pequeño abrazando su osito de peluche, mordiendo la oreja de este ante la repentina curiosidad.

-El... -dijo Harry poniendo un rostro siniestro- ¡saltó y voló lejos de la filosa espada! -gritó provocando un saltito por parte de sus hermanos menores, haciéndolo soltar una carcajada que sonó en toda la casa, rebotando en las paredes y perdiendose en el silencio sepulcral. Bueno, podía gritar, sus padres no llegarán hasta tarde.

-¡Eso Pan! -gritaron todos y se tiraron en sus camas riendo.

-Ahora, id a cambiarse, mamá y papá no van a tardar -dijo Harry apresurandose a quitarse la "armadura", deslizandola hacia abajo y reemolazando la ropa del día con una pijama celeste pastel.

Segundos después de que el rizado se acostara en la cama, se escuchó la puerta de una carroza, suspiró de alivio y se colocó la sábana hasta el cuello cerrando sus ojitos, el pequeño sentía los pasos de sus padres, luego, abrieron la puerta.

-Uh, Richard, están dormidos -dijo Anne soltando una risita.

-Bien, eso esta bien, ahora vamos a la cama, estoy agotado -dijo el señor con voz cantarina, pero masculina.

(...)

Se sintió un ligeo tintineo en la ventana, claro que no perturbo a John y Michael, ellos caen en coma al dormir; pero si perturbó a Harry, quién se levantó tallando sus ojos. El tintineo se escuchaba en uno de los armarios, el de John.

-¿Quién está ahí? -dijo tratando de sonar firme, pero su voz adormilada no ayudó.

Se levantó algo tambaleante y camino hacia el armario que en ningún momento dejó de tintinear, Harry se acercó y tomo su espada de cartón, miró el armario con miedo y tocó levemente con la punta de la "espada", nada pasó.

Casi un milisegundo después, el armario se abrió precipitadamente haciendo retroceder a un rizado asustado, del armario salió un destello dorado que el ojiverde trató de seguir con la mirada, pero fue en vano, el "destello" se paró justo frente sus narices, y... no podía creerlo.

Estaba viendo a un humano en miniatura, con piel dorada, cabello rubio y ropa muy pequeñita, con unas bonitas alas saliendo de su vestido.

-¿Q-Q-Q-U-E? -dijo Harry pálido y temblando un poco. El pequeño ser solo hizo unas ceñas, colocando sus manos al frente y jurando y el entendió que ella no le haría daño, eso lo calmó un poco, haciendo que dejara de temblar- ¿Q-que e-eres? -preguntó esperando que el ser pudiera hablar, lo cuál también fue en vano, pues esta, solo alzó los hombros señalando sus alas... eh, ¿un hada?.

-Que b-bonita -dijo Harry muy inocente, sonriendo y marcando sus hoyuelos, el hada asintió levemente, lo señaló y sonrió dándole un leve "tú también", Harry se sonrojó-, gracias, ¿tienes nombre? -preguntó el ahora sin temblar, dejando de lado la timidez, el hada lo miro y agitó sus brazos, su cuerpo emitió un tintineto muy bonito, como de campanas- ¿Campana? -probó Harry mirándola, ella nego, hizo algo con sus dedos, como diciendo "pequeño"- ¿Campanita? -preguntó y el hada asintió rápida sonriendo- ¡es muy bonito! Un gusto, el mío es Harry -dijo el sonriente y ella le correspondió- ¿Que haces aquí? -preguntó tratando de no sonar grosero y ella encogió los hombros.