Louis Pan |Larry Stylinson| |Terminada|

¿Amarte?

"Life is... love, been happy..."

TRES DÍAS DESPUÉS.

No era tan malo estar ahí después de todo, era un buen lugar, algo extraño; pero genial.

Le gustaba que lo escuchasen mientras contaba y actuaba los mejores cuentos que su imaginacion habia creado, los niños, gustosos hicieron con las cosas que tenian la armadura de juguete de Harry, hicieron una corona, púas de dragon entre otras cosas que luego el usó e inventó nuevos cuentos.

Al final del día todos quedaban exhaustos, unos por hacer los disfraces, otros por preguntar en medio de los relatos, y el resto simplemente por reír.

Y Louis, bueno, el siempre le regalaba un pequeño toque de labios cada vez que terminaba un cuento, haciendo florecer la sensación extraña que siempre estaba en su barriguita.

-Papi Hazz -llamó uno de los pequeños caminando hacia el rascando su ojito, Harry sonrió tomandolo y acunandolo.

-Dime -pidió meciendolo en sus brazos.

-Cantame para dormir -murmuró muy, muy adormilado y Harry se congeló, el no cantaba frente a nadie, ni siquiera sus hermanos-, por favor -rogó el pequeño haciendo un puchero tembloroso que anunciaba un llanto seguro. El ojiverde tomó aire y comenzó.

"Heart... beats fast... Colors and promises... How to be brave? How can I love when I'm afraid, to, fall? And watching you stand alone...
One step closer...   I have died every day waiting for you...
Darling don't be afraid, I loved you for a thousand years...
I love yoy for a thousand more..." -culminó su canto mirando al pequeño, quién estaba profundamente dormido, haciendo elevar su pechtito cada vez que repsiraba hondo, Harry sonrió y lo dejó en su cama, arropandole con las diferentes telas unidas en una manta.

Louis lo observaba desde el hueco de la habitación, sintiendo una extraña sensación en su barriga, como si algo estuviera jugando ahí.

El rizado entró a la habitacion principal y miró a Louis, quién fingia muy mal hacerse el dormido, sonrió como todo un idiota y camino hasta el.

-Lou, vamos afuera, se que estás despierto -dijo antes de salir por las hojas que colgaban suponiendo una puerta.

Los nervios del ojiazul salieron a flote cuando el rizado dijo su nombre. Se levantó con cuidado y caminó hacia el ojiverde, quién alzaba una ceja divertido.

-Hey... ¿sabes algo? -mencionó el ojiazul cuándo los nervios habían desaparecido por lo fuerte y cálida que se sentía la mano de Harry.

-¿Qué? -preguntó el rizado mirándolo con una sonrisa llena de sinceridad y pureza.

-Cantas bonito -murmuró Louis y Harry no pudo sonrojarse más.

-G-gra-gracias -dijo el rizado apunto de colapsar.

(...)

-¡Aventura! -gritó Louis alzando vuelo hacia el cielo, seguido por Campanita y todo los niños perdidos, Harry los observó desde abajo, sonriendo ampliamente al ver como el ojiazul hacía piruetas en el aire.

Harry saltó y alzó vuelo sintiendo su cuerpo libre.

-¡Aventura! -gritó Harry de vuelta tratando de seguir al castaño.

Llegaron a un gran océano, dónde reposaba un enorme barco color café, con velas casi tan grandes como el mismo barco.

-¡Garfio! -grito Louis acercándose a gtan velocidad hacia el barco. Segundos después se escucharon los fuertes gritos con voces gastadas venir del barco.