Capitulo 1: ¿Te llevo?

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Estaba lloviendo y yo me tenia que ir,pero tenia que esperar a mi amiga Addie y no había traído mi paraguas. Eran las 18:00 y la ferretería cerraba en media hora,yo estaba afuera debajo de un techito cerca de la entrada.

Había un chico que estaba acomodando unas latas de pintura en un estante y a cada rato me miraba. No era feo,en realidad era bastante lindo.Tenía un pelo lacio con algo de ondas al final,corto de un color casi castaño oscuro y sus ojos eran grandes de color marrón claro. Que le quedaban perfecto.

Me ponía algo nerviosa sabiendo que alguien me estaba observando,aparte cada vez que yo me fijaba el bajaba la vista y lo único que se escuchaba era la lluvia.

De repente sentí mi celular sonar,al fijarme veo que era Addie avisándome que no podía venir y que la perdonara. Le respondí diciéndole que no pasaba nada y que obvio que la perdonaba. Yo mientras no sabía que hacer,porque seguía lloviendo y no me quería mojar. Eran las 18:30 y la ferretería ya estaba cerrando y me tendría que ir.

Estaba empezando a caminar hacía la lluvia cuando de repente escucho a alguien llamarme. Cuando me doy vuelta para ver quien era,me sorprendí al ver al chico que estaba arreglando los estantes,parado detrás de mí y mirándome fijamente.

Como no le dije nada, el empezó:

''¿Estas esperando a alguien?'' Me pregunto medio tímido.

''Em...estaba esperando a una amiga,pero no pudo venir.''

''Ah. Y tenes a alguien que te venga a buscar o te vas sola?''

''No,me tengo que ir sola.'' Le dije un poco deprimida.

''Ah...Em,te llevó si queres?'' Me dijo medio feliz con una mirada esperanzada a que le digiera que sí.

Yo no soy de las que le acepta algo de un desconocido,pero lo mire por un minuto dudando en que responderle hasta que le dije media tímida.

''No,gracias igual. Pero no es necesario.'' Al decirle eso le cambio un poco la cara de esperanza a una de desilusión y un poco de tristeza.

Estaba por irse,pero se animo a preguntarme medio bajito ahora.

''Pero no me molesta. Tengo la moto atrás y te puedo prestar mi pilo para que no te mojes.''

Pensé que no sería una mala idea ya que así no tendría que caminar y no me mojaría tanto. Pero espera un poco.

''Pero si vos me prestas tu pilo,con que te vas a cubrir vos?''

''Con nada.'' Me dijo más feliz y casi sonriendo.

''Pero te vas a mojar.'' -Le dije un poco perdida.

''No importa,así no te mojas vos.'' Dijo casi mostrando los dientes con una sonrisa. Se veía tan tierno y dulce.

''Em...Bueno dale ¿Te espero acá?''

''Sí,dame un minuto que voy a buscar la moto.''

Antes de que le pudiera responder ya se había ido detrás de la ferretería. En mi mente daba vueltas la idea de que un chico que acababa de conocer se había ofrecido a llevarme a mi casa y que se preocupaba de que no me mojara era algo que nunca me pasaba. Pero era muy tierno viendo lo tímido que era y lo que le costo hablarme. Me daba un poco de risa y me sentía un poco halagada a la misma vez de que alguien se fijara en mí,no pude resistir reírme un poco y que se me escapara una sonrisa.

Pero por alguna razón no podía dejar de sentir como que ya lo había visto antes en algún lado.

En ese momento volvió con la moto y el pilo sobre ella.

''Toma.'' Me dice mientras me alcanza el pilo.

''Gracias'' Le dije con una sonrisa amable.

''Bueno vos me dirás donde te dejo.'' Decía mientras prendía la moto.

''Calle Manchester,entre la 10 y 23 de Julio. Sabes donde es?''

''Si,hay una guardería cerca de ahí verdad?''

''Sí.''

''Bueno cuando estés pronta?'' Me decía mientras que yo me ponía el pilo.

''Pronta''

''Bien,subite nomas'' Me dijo sin mirarme.

Me subí rápidamente intentando no pegarme mucho a el sin que fuera necesario y pensé que estaba bien hasta que el dijo.

''Si no te agarras bien te vas a caer. Mejor agarrate de mi camisa porque la campera esta resbalosa.''

No le podía ver la cara pero podía sentir su sonrisa maliciosa escondiéndose de mí. Como no se me ocurría una excusa para decirle que no,solo le hice caso y lo agarre por debajo de la campera o más bien lo abrace apoyándome totalmente contra de el. Podía oler su rico perfume que salía del cuello de su campera,era la mezcla perfecta para hacerte volver loca con solo olerlo y mientras mis manos estaban calentitas sobre su camisa que con lo justa que era se podía sentir su abdomen perfectamente formado por debajo.

Yo estaba tan distraída que no me había dado cuenta de que ya había arrancado la moto y que ya íbamos por la mitad del camino. Estaba calentita y cómoda contra su espalda,había parado de llover así que decidí cerrar los ojos y disfrutar del viaje lo más que durara.

El chico de la ferretería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora