Vuelve a Florecer

capitulo 3: Tengo que contarte

En esos momentos me encontraba estático, no sabía que decir o hacer en esos momentos casi que por impulso abrace al contrario,lo abrace como si nunca antes lo hubiera hecho, claramente no era de esos abrazos torpes, de hecho era todo lo contrario, era un abrazo que tenía mucho sentimiento.

En esos momentos aquel chico se notó confundido, sin embargo, correspondió al abrazo.

—Yo ...lo eh perdido todo.

Mencione mientras continuaba llorando en su hombro, el contrario solo pudo acariciar mis cabellos en esos momentos.

—Te comprendo, yo también lo perdí todo...

Mencionó el contrario, en esos momentos se sentía como si todo alrededor fuera irrelevante y se concentraba en aquellos chicos y su cálido abrazo, sus corazones se encontraban casi en sincronía en aquellos momentos, era como si compartiesen el mismo sentimiento.

Pasaron unos cuantos segundos para que me separase de aquel abrazo, mientras rápidamente limpie mis lágrimas.

— L-lo siento, no debí haber hecho eso....

Mencione algo nervioso mientras miraba el contrario y este solo pudo sonreír levemente.

— Descuida...¿Sabes? No es bueno quedarse solo cuando te sientes mal, que te parece si me haces compañía, por cierto me llamo Kai Fauren, ¿Cuál es tu nombre?

—Claro,  me encantaría estar contigo.... me llamo Alexander Bellerose —mencione mientras sonreía levemente

—Bueno entonces vamos

Mencionó el contrario para luego empezar a caminar y posteriormente empeze a seguirle, tal vez no debería seguirle, sin embargo no tenía a donde más ir, no tenía en quién más confiar. Todo esto parecía una completa locura y  es que ni siquiera tenía sentido alguno, no sabía dónde estaba, ni mucho menos en qué época estaba y de todos modos ¿Qué era lo que decía la muerte sobre el juego?...realmente todo era confuso y en esos momentos sentía mil emociones distintas, lo que quiero decir es que no podía concentrarme solo en una cosa, tantas cosas que estaban ocurriendo y eran tan repentinas, todo eso simplemente no me daba tiempo para poder pensar con claridad.

—y cuéntame Alexander, ¿De dónde eres?

Pregunto el contrario rompiendo el silencio que había entre nosotros y es que en vez de parecer un silencio incómodo era todo lo contrario, fue un silencio algo relajante.

—Yo soy de España.

En esos momentos el contrario solo se notó algo confundido mientras me miraba

—Que raro ....nunca había escuchado ese nombre

En esos momentos solo mire al azabache y esbocé una sonrisa en mis labios.

—Pense que todos conocían ese lugar en fin ...¿tú de dónde eres ? —pregunte curioso—

—Yo soy de la ciudad de Arbciel

—mm..no me suena ese lugar

—Que raro pensé que todos conocían ese lugar

Hablo devolviéndole  lo que le había dicho hace unos segundos, lo cual solo provocó que soltará una pequeña risa. En esos tal vez debería preocuparme por no conocer el lugar, ni siquiera haber escuchado de ese sitio en un libro de historia, era demasiado extraño, sin embargo, a pesar de todo  no preocupaba en lo absoluto, creo que se debía a que el contrario me inspiraba confianza, es más incluso sentía que cuando estaba con el no debía preocuparme por nada más.

—Vamos no vayas a copiar mis hermosas frases.

—No las copio, solo las mejoro.

—si no tienen mi voz no serán mejores

—eso es lo que tú crees

Hablo el contrario con seguridad y en esos momentos ambos nos miramos como si fuéramos a peliar, sin embargo, a los pocos segundos ambos empezamos a reírnos a carcajadas.

—Tienes un muy buen sentido de humor

—El tuyo no se queda atrás Kai

—Señorito para ti

— A este paso dentro de poco tendré que decirte abuelo

Mencione y luego de esto ambos reímos, en esos momentos eran como si nada malo podría pasar, era como si el mundo solo se enfocará en nosotros, yo realmente era feliz, era claro que aún no había superado a mi último amor y mucho menos pudiera olvidarla tan fácil, sin embargo, ese momento era simplemente hermoso.

Pasaron unos minutos para que llegaramos a la casa del contrario, era una pequeña casa, su madera se encontraba algo desgastada y me atrevería a decir que si no supiera que el contrario viviese hay mencionaría  que aquella casa estuviera a abandonada, sin embargo, no era así.

—Esta es mi casa

Mencionó el contrario mientras en su rostro esbozaba una sonrisa, luego de aquello ambos entramos a la casa, aquel lugar era uno muy sencillo.

—Tu casa es muy linda.

Mencione y es que puede que no sea la más lujosa del mundo pero aquella casa me recordaba a la tradición japonesa, aunque no pareciera yo era esa clase de chico que se maravillada por la cultura u tradiciones asiáticas.

—Gracias, aunque por el momento se encuentra un poquito desorganizada

—Nada que no se pueda arreglar con un poco de limpieza

Dije mientras le guiñaba el ojo, posteriormente el contrario se hecho a reír y posteriormente yo lo hice, ¿Por qué ?, Quizás se debía a que su risa era contagiosa y es que simplemente no podía evitarlo, a pesar de conocerlo tan poco sentía que era mi rayo de luz, aquel que me alegraría en todo momento, tal vez estaba cometiendo un error, tal vez estaba confiando demasiado rápido, sin embargo, no podía evitarlo.

Y luego de aquello me distraje hablando con el contrario todo el día, el tiempo pasó relativamente rápido y descubrí varias cosas de el, por ejemplo qué es malo en los labores domesticos, era casi como si lo hubieran mimado toda su vida, algo demasiado gracioso a mi aparecer.

—Cualquier cosa yo podría enseñarte lo que necesites

—¿en serio?

—si, soy demasiado bueno en los labores domésticos, cuando era tan solo un niño me tocaba preparar la comida o organizar la casa

Mencione mientras tenía una sonrisa en mi rostro.

—Alexander tengo que contarte algo...

—eh..

Me quedé mirando al contrario confundido mientras veía como la expresión del contrario cambiaba a una melancólica, en esos momentos era como si el mundo se congelará generando aquel misterio, incluso estaba algo nervioso por lo que iba a decir, era claro que su expresión no mostraba nada bueno...