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capιтυlo 3: nada de мenтιraѕ.
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Había pasado una hora desde que la película había empezado y Jungkook ni siquiera sabía de qué trataba. No es que se aburriera, sino porque no podía concentrarse, pues su cabeza estaba en otro lado. Exactamente en las palabras de Jennie.
Nada de que lo que había dicho esa chica tenía sentido. Ella hablaba de detalles, mentiras y verdades como si algo malo estuviera pasando, ¿Algo estaba mal?, ¿Estaba pasando algo y él no se estaba dando cuenta?
Gran parte de su vida se basó en mentiras.
Él más que nadie sabe lo que es la mentira y como vivir con ella, sabe también cómo manejarla y como controlarla. Es un experto, y aun así siente que algo se le está escapando de su radar.
Había dos cosas en específico que llamaron la atención.
Jennie mencionó una verdad que necesita ser revelada y un "él" que será su final.
Quería preocuparse pero todo le parecía tan alejado que no sentía que las palabras de Jennie en realidad tuviera algo que ver con él. Si estaba tan tranquilo, ¿Por qué debería de molestarse en estas cosas sin sentido? Aun así algo no le estaba gustando.
— Jeon.— Lisa levanta su cabeza del pecho de su novio y frunce el ceño.— ¿Sucede algo malo?
— ¿Por qué lo preguntas?
— Estas gruñendo desde hace rato.
— ¿Gruñendo? — se ríe — ¿Qué soy?, ¿Un gato?
Ante la seriedad de Lisa, Jungkook suspira.
— Ven aquí. — el castaño vuelve a apoyar la cabeza de su novia en su pecho.
— En serio, ¿Ocurre algo?
— ¿Te puedo hacer una pregunta?— Lisa asiente.— ¿Mientes?
Un profundo silencio se creó hasta que finalmente Lisa habló con tranquilidad.
— Todos lo hacemos. Es parte de nuestra naturaleza, Jungkook.
— Creo que hice mal la pregunta.— corrige el castaño.— ¿Tú me mientes?
— He aprendido mi lección con lo sucedido con mi historia, Jungkook, actualmente no escondo nada.— Susurra tranquilizándolo.— ¿Porque lo preguntas?
— Curiosidad.
Otro largo silencio.
—¿Y tu?— Pregunta Lisa.— ¿Me mientes?
— Como si pudiera.— Contesta.— Tu lo descubrirías en seguida y lo sabes. No se cómo lo haces, pero logras descubrir cuando miento y cuando no con tanta facilidad que hasta me da envidia.