Teen Titans: Guerra Civil

Prologo a una guerra

Notas Iniciales:  Por alguna extraña razón siempre he sido fanático de DC; quizás es el motivo de saber que los superhéroes de la compañía son un referente del término: Wonder Woman, Batman y claro, el boy scout, Superman, primer "súper" de la industria del cómic. 

No desprestigio a los Marvel Zombies, también adoro a la casa de las ideas, de hecho, uno de mis guionistas favoritos pertenece al hogar de Stan Lee y me refiero obviamente a Mark Millar; Creador de Kick-Ass, Wanted, y Chosen; El innovador sujeto provocó una historia que me llamó la atención como lo fue Civil War.

No era nada nuevo, DC ya había tenido su propia temática con Kingdom Come, pero eran contextos, años y universos diferentes, no obstante, surgieron grupos con el mismo tópico

¿Y si la Civil War hubiera sido trasladada al universo DC?

Espero que disfruten esta saga, una guerra de guerrillas entre los jóvenes y un pequeño error, Los Titanes estarán a punto de conocer la realidad, la política y que todos sus actos tienen consecuencias...

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Al alzar la vista, unos reflectores comenzaron a iluminarle y molestarle, sus ojos, acostumbrados al agua, no soportaron el incandescente brillo de aquella luz artificial.

La primera vez que había salido a la superficie soñaba con la utopía de un maravilloso lugar donde lo diferente era aceptado y en todo caso perdonado; había oído tantas historias de los atlanteanos y del rey mismo, que, drogándose con sus fantasías, comenzó a surcar la superficie; fue tan atrayente aquel mundo que pronto olvidó la seguridad que brindaba el océano y los recónditos lugares donde no se sentía tan asfixiado y debilitado.

- Veo que has despertado – agregó una voz escondida entre el eco que provocaban las cuatro paredes cóncavas donde se encontraba el chico del agua – Tu compañero parece también avivarse del sedante-.

Los ojos del chico notaron como su compañero aun se tambaleaba por los efectos de aquella droga, si lo pudo reconocer como su camarada, fue por aquel color rojizo que su traje poseía o quizás las luces aun seguían fraguando su mirada y no distinguía perfectamente las figuras. No obstante, apostaría su facultad de respirar bajo el agua a que era él, demasiado similar en cabello, tamaño y sobre todo personalidad, el chico sonrió algo adolorido al notar la compañía en un momento tan extraño como este.

- Chicos... -comentó la voz que provenía de las paredes hasta acercarse más y más hasta hacer aparecer a un sujeto de cabellos oscuros, mirada penetrante, desaliñado, y una respiración tan profunda y rítmica que pareciera haber sido ensayada, tomó una silla, la giró, y se sentó para observarlos a los dos con pesadez- Tenemos un problema. Quiero – dijo el extraño con una sonrisa enigmática en su faz – No, no quiero. Necesito saber ¿Por qué lo hicieron?-.

- ¿Hacer qué? ¿Qué hicimos? – La pálida respuesta proveniente del chico de las profundidades marinas resonó con un sorpresivo susto-.

- ¿¡Hacer qué!? ¿¡Qué hicimos!?- La voz de aquel sujeto tan extraño, parodió el habla de manera grosera, fastidiado por la rutina típica de aquel que no conoce sus crímenes, se levantó de su asiento para agitar su mano y atestó un severo y concreto golpe a la cara de aquel chico con personalidad de fuego-.

No es que fuera un trabajo acorde a su nivel, pero para el Sargento Steel, órdenes del gobierno no debían ignorarse, accedió con una mueca de desagrado, sin embargo, su gesto cambió al enterarse de que debía hacer hablar a los "Titanes". Odiaba a todos los vigilantes fuera de la ley, eran novatos, chiquillos sin entrenamiento cuyos trajes de Spandex y aprobación de la gente les daban derecho a salvaguardar la ciudad en sus propios términos; sabía que un día así llegaría, por ello, una carcajada casi brotaba de su boca.