Traveling To Find You (En edición)

Capitulo 2: La Cafetería (Editado)

¿Audición?¿Grupo de baile? —fueron las únicas cosas que intentaba darle sentido en mi cabeza. Y lo peor de todo el asunto era que ni siquiera habían podido explicarme nada, porque al momento que dijo esas palabras la entrenadora, había sonado la campana y todos se habían ido a cambiarse.

Cuando no quedó nadie en el estudio, me senté en el suelo con mi espalda apoyada contra una de las paredes del estudio. Abrumador era una subestimación para todo lo que pasaba por mi cabeza. ¿En qué momento YO había accedido a tener una audición para un grupo de baile? Simplemente quería molestar a Liz y quitarle de su cara esa sonrisa de superioridad. Estoy segura que la todas esas chicas han estado desde hace mucho en ese grupo y por supuesto tienen experiencia de sobra, pero yo nunca he recibido lecciones de baile, ¿cómo se supone que puedo igualarlas? Y si es que al final no soy tan bue —y antes de que pudiera terminar mi reflexión existencial acerca del baile, alguien me sacudió el hombro y cuando mire hacia arriba Leena me observaba con una sonrisa burlona — ¿Sabías que tienes una tendencia a perderte en tus pensamientos? Llevas en este lugar menos de un día y casi todo el tiempo he visto esa mirada perdida en tu cara

— Simplemente estoy un poco... confundida” — respondí sinceramente.

Se sentó a mi lado y pregunto — ¿Qué es lo que te confunde tanto? Si estás hablando acerca del equipo de baile, créeme te mereces ese lugar. Yo no doy cumplidos nunca, pero debo admitir que cuando empezaste a bailar, todos tus movimientos estaban llenos de energía, precisión y sobretodo pasión. Lo cual, es bastante surreal si te pones a considerar que tuviste minutos para poder ver una coreografía, que muchos tardarían semanas en lograr. Eres una buena bailarina, podría decir que incluso mucho más que eso, y si es que alguien iba a ocupar ese puesto en el equipo este año, me alegra que hayas sido tú. Por lo menos tendremos un nuevo miembro que sea capaz de seguir todos nuestros pasos y no sea un clon del ejército de Lizzie. — dicho esto, me guiñó un ojo y al levantarse, me ofreció su mano para pararme — Si nos pasamos toda la hora del almuerzo aquí y no llego a comer nada, vas a dejar de caerme bien y tú no quieres que eso suceda.

Riéndome ligeramente, me paré con su ayuda y fuimos a los cambiadores para poder alistarme e ir juntas a la cafetería.

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Una vez cambiada, me dirigí con Leena hacia la cafetería. Al parecer, puedo decir orgullosamente que la chica con la cual estoy caminando, es mi  posible próxima amiga. Nada mal por ahora...

—Maia, ¿preparada? - me dice Leena

—¿Preparada? ¿Para qué? - respondí extrañada.

—Para vivir en carne propia, el cliché de todas las secundarias del país. - dijo acompañada de una sonrisa un tanto malvada y burlona.

—Pero, ¿de qué estás hablando? - pregunté, y antes de que pudiera decir otra cosa, empujó con ambas manos las puertas de la cafetería creando una GRAN ENTRADA,  porque cada par de ojos dentro de ese lugar, voltearon a vernos en un silencio tan sepulcral que apuesto a que si alguien tiraba un lapicero al suelo, se hubiera podido escuchar…  desde afuera.

Y cuando pensé que las cosas no podían empeorarse, Leena dio un paso al frente

Ahora podía entender a que se refería antes Leena, esto parecía sacado de una mala película adolescente. Y yo que esperaba tener un primer día de clases tranquilo… y conseguir amigos normales…

Ella se aclaró la garganta y dijo con voz alta — Queridos compañeros, para aquellos a quien aún no la conocen –o no han escuchado el rumor de la chica nueva–, su nombre es Maia y es nuestra última adición al equipo de baile del Instituto Travel y cómo ustedes sabrán… es tradición en los nuevos miembros de los equipos artísticos del instituto, dar una demostración de tu talento frente a todos. Así que… todos están invitados para la fiesta de bienvenida y demostración de la Srta. Cassidie este viernes en mi casa.” - dicho esto, simplemente se volteó con una sonrisa de oreja a oreja y se empezó a dirigir hacia mí.

¿Debería agregar que apenas Leena terminó de hablar, todos empezaron a comentarlo? No bromeo, TODOS en esa cafetería/salón hablaban de lo ocurrido, y por supuesto lanzaban miradas –no tan sutiles– en mi dirección.

Resignada a la situación en la que me encontraba, tomé bruscamente a Leena del brazo y me dirigí con ella hacia la fila del buffet –sí, dije buffet– en donde podríamos escoger nuestro almuerzo.

Cuando llegamos a una mesa vacía, un tanto alejada de los demás, el bullicio había disminuido un poco y la mayoría de personas estaban ocupadas por fin en sus asuntos.

Pero después de unos minutos, tuve nuevamente esa sensación extraña de ser observada y cuando mire por encima de mi hombro, sólo una persona me veía directamente a los ojos: Matthew.

Un poco confundida y sorprendida por su atrevimiento, le devolví la mirada con firmeza pero para mi decepción, en vez de encontrarme con una cara sonrojada y avergonzada –reacciones que solía recibir–sólo me encontré con una enorme sonrisa, que crecía al observar mi clara decepción de su respuesta.

Molesta e indignada voltee mi cuerpo para enfrentarme a una ensalada intacta y una Leena que claramente se notaba que tenía hambre y un buen apetito.

Matthew, había algo acerca de él que me atraía. Tenía un parecido a Louis, como si fuesen parientes, pese a que su personalidad no fuera si quiera cercana. Matthew parecía ser egocéntrico y vanidoso, mientras que Louis era tímido e introvertido. Ambos eran muy guapos, pero a diferencia de Matt, Louis nunca fue consciente de ello e incluso se avergonzaba si es que le dabas un cumplido respecto a su aspecto. Muy tierno y dulce si es que me lo preguntas.

Debo de estar delirando para llegar al punto de comparar a dos personas que no tienen relación alguna... Algo me cayó en la cara. Asqueada mire mí pelo para encontrarme con un pedazo de lechuga.

—¿Qué es lo que te hace quedarte tan pensativa?” - dijo Leena mientras me miraba algo divertida.

—¿En serio tenías que tirarme una lechuga para que te preste atención? - dije un poco molesta, retirando la lechuga de mi pelo.

—Bueno, estuve intentando hablando por 3 minutos... hasta que me aburrí e intentaba ingeniar formas para despertarte y henos aquí… —dijo alegremente Leena— además sabías que en tan solo 5 minutos sonará la campana y tendremos que irnos a clase y tú no has probado ni un poquito de tu almuerzo — dijo señalando mi bandeja.

Mire mi bandeja y efectivamente estaba intacta. Me quedaban tres minutos para comer y no estaba dispuesta a sufrir gastritis por no comer a mis horas. Supongo que puedo utilizar la carta de la chica nueva a mi favor…

—Leena, no te preocupes por mí y adelántate a clases— dijo con seguridad mientras miraba mi plato. 

—¿Estás segura? Puedo quedarme si es que tú quieres… realmente no me importa llegar tarde— dijo claramente con una buena intención

—No, estaré bien. Sólo guárdame un sitio. 

—   Bueno, si es que tú lo dices… — dicho esto, se paró y se encaminó al igual que muchos estudiantes hacia la entrada de la cafetería para dirigirse a sus clases.

Realmente no estaba segura de querer llegar a la clase de lengua a tiempo, nunca había sido buena en ese curso de todos modos. Empecé con la lechuga, realmente no entiendo la razón por la cual elegí esto nunca he sido fanática de los vegetales y la hamburguesa con papas de Leena se veía realmente bien comparado con mi platillo verde.

Alguien me tocó dos veces el hombro y, cómo claramente no estaba lista para ello, me asuste tanto que me atraganté con mi pedazo verde de salud, lechuga. Así que, mientras intentaba poder respirar normalmente, aparentemente la persona que me había asustado sobaba mi espalda en un intento de calmarme, que no estaba funcionando.

Al cabo de un largo y doloroso minuto, mi respiración se normalizó y al mismo tiempo que estaba teniendo un debate interno sobre gritarle o agradecerle al sujeto que estaba cerca de mi espalda, él habló:

—Deberías de prestar atención a tus alrededores más a menudo, chica nueva

Oh, esperen yo reconozco esa voz: Matthew. Nadie realmente me puede dar un descanso en este lugar ¿es acaso mucho pedir?