Al primero no entendía nada, solo tenia miedo y pánico de lo que había causado. Luego esto se hizo la rutina, nada mas que lo normal de todos los días.
Luego pasaron los meses, aun dolía, pero intentábamos salir adelante por que era lo mejor para ambos y las cosas debían seguir su curso aunque la necesidad de tu fragancia a mi lado y poderte decir te amo era necesaria, pero no, solo el otoño paso.
Luego llegaron los años, y con ello, la melancolía. Solo el recuerdo vano de aquellos corazones divididos en la tempestad abrumadora de aquella tundra a la que se le llama vida en la que, unos logran vivir con tanto calor y otros, solo se quedan a sufrir el otoño para desaparecer en el invierno y en la primavera no dejar rastro, para hacer borrón y cuenta nueva.
Han pasado ya 100 otoños y aun asi el aroma no se ha ido, las heridas no cierran, los recuerdos no se desvanecen, y el amor no se ha ido de las ideas y deseos que tengo como sueños lujuriosos.