El ruido sordo del timbre que marcaba el final de la clase me sacó de mis profundos pensamientos. Rápidamente recogí todas mis cosas y salí al encuentro con mi mejor amiga, Brenda.
-¿Vendrás a esta noche, no?- Preguntó impaciente mi amiga. Brenda llevaba buen tiempo de la semana convenciendomeme de asistir a una fiesta organizada por alumnos de último año pero, el problema no eran las ganas que yo tenía de ir, las cuales eran muchas, el verdadero inconveniente era obtener el permiso de mi madre. Pero de eso me ocuparía después.
- Eso supongo...- contesto con inseguridad -la verdad todavia no he preguntado a mi madre- dije finalmente.
- Pues, tomaré eso como un no.- contestó Brenda, rodando los ojos.
- Esta bien iré, sólo tengo que convencerla, no puede ser tan difícil.- comenté un poco dudosa.
Siendo realista las posibilidades de que mi adorada madre me deje asistir a esa fiesta es de una en un millón, pero no me importa, ya es tiempo que acepte que ya soy mayor como para cuidar de mi, por lo menos una noche. En todo caso me iré por las malas, como casi siempre.
Desde que mi padre nos abandonó, Karen, mi mamá nunca volvió a ser la misma. Ya casi no me deja salir y esta en contra de que yo tenga cualquier relación con el sexo apuesto, al principio no me molestaba ya que nunca he tenido una vida social muy buena y tenia la autoestima baja por la partida de mi padre. Pero me estoy recuperando y no puede mantenerme en una burbuja por el resto de mi vida.
- Entonces te llamaré luego para quedar.- dijo Brenda sacándome demis pensamientos.
- Esta bien.- respondí.
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Al llegar a casa Karen estaba en la cocina preparando café. Dejo mi bolsa en la silla y mi madre se volteó.
- Hola, cariño.- saluda mi madre con una enorme sonrisa.
- Hola, mamá- devolví el saludo.
- ¿Como te ha ido hoy?.
- Estuvo bien.- sonrio- hice mi mayor esfuerzo para no matar a mi profesor de historia- dije bromeando y mi madre se rió.
- ¿Que aras hoy? podrías llamar a Brenda y ver unas películas.- sugirió mientras me entregaba una taza de café.
- La verdad es que ya tengo planes.- respondí.
- Ah, ¿Y que harás?- pregunta mi mamá con duda en su tono.
- Con Brenda pensábamos salir- dije con vacilación.
- ¿A donde van?- Dijo continuando con el interrogatorio. Su cambio de humor ya se hacía presente en el ambiente y algo me decia que esto iba a salir mal.
Por un momento pensé en echarme atrás pero después recordé por qué quería ir y no era exactamente la idea de salir con Brenda sino porque, Máx, el chico de la cual estuve enamorada desde el primer dia de secundaria, me invitó a asistir y teniendo en cuenta que en toda mi vida casi nunca me dirigió la palabra yo solo asistí intentando salir de mi estado de shock. Recuerdo exactamente verlo recostado sobre una de las mesas de las filas de atrás del comedor el primer dia de clases, y cuando se volteó para mirarme sus brillosos ojos verdes me quitaron la respiración. Ese fue unos de los mejores días de mi vida.
Máx era unos de los más populares de todo el instituto, tiene un año más que yo y es el encargado de organizar la super fiesta a la cual me invitó.
Dejando atrás los recuerdos del mejor dia de mi vida, volví la atención a mi mama y antes de responder susurre un "por Máx" en mi mente y continúe.
- Iremos a la fiesta de último año- solté manteniendo la respiración.
- Por supuesto que no- dijo Karen. - De ninguna manera.
- Pero iré con Brenda, no nos pasará nada, ni que nos fueran a violar.
- ¿Como estas tan seguro de eso? Ese lugar va a estar lleno de gente mayor que tu.- hizo una pausa.- y eres muy ingenua.
- Capaz si sea un poco ingenua, pero se cuidar de mi misma.- afirme.- ¡Y además si seré ingenua es sólo por tu culpa, tu eres la que me tiene encerrada en una maldita burbuja!
- No te atrevas a hablarme asi.- dijo mi madre tratando de parecer lo más calmada posible, pero se podía leer la rabia mezclada con tristeza en su rostro.
- Yo te hablo como se me da la puta gana.- gruñí sin pensar en lo que dije.
Antes de que me pueda dar cuenta la mano de mi mamá se dirigía justo a mi rostro, segundos después sentí mi mejilla arder y llevé mi mano a mi rostro. Al levantar la vista mi madre me miraba con firmeza sin ninguna pisca de arrepentimiento estaba plasmada en su expresión lo cual me enfureció mucho más.
-¡MALDITA!- grité.- ¡TE ODIO! ¡NO ME VUELVAS A HABLAR EN TU MISERABLE VIDA!
-¡Cállate, Katerine!- contraatacó Karen.
- Ojalá nunca hubiera nacido...- susurre.- Ojalá nunca hubiera sido tu hija.- dije un poco más fuerte.
Sin pensarlo dos veces me fui a mi habitación dejando a mi madre en un estado de shock. Pero no me arrepiento de lo que dije. Al entrar en la habitación cerré la puertas de un golpe, me tiré en la cama y me dormí hasta que el sonido de mi móvil me despertó anunciando una llamada, en la pantalla pude ver el nombre de Brenda. Extendi mi mano y alcance el móvil que se hallaba en la mesa de noche.
-¿Hola?- respondí.
-Hey, Kat. ¿Ya lo has hablado con tu madre?- pregunta la voz de Brenda al otro lado de la línea.
-Sip.
-¿Y? ¿Te ha dejado?.
-Nop- al decirlo pude imaginar aI amiga redondo los ojos hacia mi.
-Entonces, ¿Que harás?- dijo ella con un tono exasperante- no creo que te quieras perder la oportunidad de ir a la fiesta de Máx.
-Si, tienes razón, no me la perderé.- dije decidida.
Brenda lanzó un chillido de felicidad y yo aleje el móvil de mi oído para no quedarme sorda.
- Entonces, este es el plan, espero que mi madre se duerma, le saco el auto y te paso a buscar.- dijo mi amiga en susurros, seguramente a ella tampoco le dejaron salir esta noche, pero igual se podía notar el entusiasmo en su voz.
-¿El auto de tu mamá?- pregunté con vacilación.
-Si, si lo vamos a hacer, lo haremos bien.
-Okey...
-Ahora ve y prepárate que mi madre no tarda en domir.
- Okey...
- ¡Pon animo, mujer!- grito la voz de Brenda, asi finalizando la llamada.
Me incorporé en la cama y me quede allí pensando.
Esto no va a ir bien...
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Lying liar
RomanceKaterine, una adolescente poco común, conoce a Kian a través de sucesos poco beneficiosos para ella, y la persobalidad de Kian, no ayudan en nada para conseguir lo que tanto decean a pesar de q otros deseos se suman a la lista...