Mi móvil vibró al recibir un mensaje de Brenda que decía que estaba afuera, esperándome. Me mire una vez más en el espejo que estaba colgado en la puerta. Llevaba puesto una pollera tipo campana negra hasta por encima de las rodillas, una remera blanca lisa y unos zapatos de tacón negros que median unos 10cm. Acomode mi pelo rubio hacia un lado, lo llevaba planchado y me llegaba un poco más arriba de la cola.
Armandome de valor y haciendo caso omiso a los malos presentimientos que esto me producía, abrí la puerta lentamente intentando hacer el menor ruido posible. Al salir al pasillo q conducía a las escaleras cerré la puerta atrás de mí y le coloqué el seguro, así si mi madre intentaba entrar no lo conseguiría e interpretaria que estaba enojada y no que me había escapado.
La casa era de un tamaño moderado, de dos plantas. En la parte inferior estaban la cocina, la sala de estar y el comedor y en la parte superior un pasillo que empezaba en la escalera y terminaba en la puerta del baño y la habitación de mi madre que se encontraba en frente de la mía.
Cuando me encontraba ya en la mitad de la escalera, la puerta de la habitación de Karen se abrió. Un escalofrío recorrió mi cuerpo y me quedé quieta, reteniendo el aire, con esperanzas de que mi madre se dirigiera al baño y no hacía donde yo estaba.
- ¿Kate?-preguntó mi madre.
Mierda, mierda, MIERDA.
Los pasos de mi madre se escucharon por el pasillo y la sangre que corría por mis venas se tornó fría de un segundo a otro. Cuando Karen llegó donde yo estaba su cara cambió de preocupación a completa cólera al ver lo que llevaba puesto. Yo sólo me quedé en mi posición anterior como roca tratando de pensar en que diablos haría.
-¿Qué diablos se supone que estas haciendo?- gritó mi madre, aveces pienso que es el único tono que conozco de ella.
- Yo solo...- fue lo unico que alcance a decir antes de que me volviese a gritar:
- ¿QUE MIERDA ESTA MAL CONTIGO, KATERINE? ¿QUIEN TE CREES PARA NO HACER CASO A LO QUE TE DIGO?
Mierda que estaba cabreada.
-¿QUIÉN MIERDA TE CREES TÚ?- grité en forma de respuesta.
-¿QUIEN ME CREO?- dijo irónica como si la respuesta fuera de lo más obvia. - YO SOY TU PUTA MADRE- gritó ya estando 100% cabreada, al igual que yo.
- Lo de puta lo tengo bien claro- dije ya estando al límite.
El hecho de estar a penumbras no me permitió ver la mano de Karen dirigirse a mi rostro. Cuando su mano se conectó con mi cara, me tomó desprevenida, me hizo dar un traspié y descender 2 escalones.
Ya harta de esta situación, miré hacia donde estaba mi madre y le dije lo más tranquila posible:
- Espero que ya no te consideres madre, porque yo no me considero mas tu hija y espero, también, nunca mas tener que verte.- doy media vuelta y me dirijo hacia la puerta a grandes zancadas.
El aire frío del exterior golpea mi cara, ahogando los gritos de Karen llamando mi nombre. Me dirijo a paso rápido hacia el coche de Brenda o mejor dicho el coche que robó Brenda y abrí la puerta de un tirón para luego subir al coche.
- Vámonos- dije y mi amiga obedeció sin preguntar porqué mi expresion. Mientras nos alejavamos, miré hacia mi casa y encontré a Karen en el umbral de la puerta mirándome con ojos tristes.
- ¿Quieres hablar de ello?- Preguntó Brenda, dándome una mirada de reojo.
-No- contesté- Ahora no.
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Lying liar
RomanceKaterine, una adolescente poco común, conoce a Kian a través de sucesos poco beneficiosos para ella, y la persobalidad de Kian, no ayudan en nada para conseguir lo que tanto decean a pesar de q otros deseos se suman a la lista...