La sonrisa de un ángel

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- “El joven,  que se durmió a las 3 de la mañana, ya a las 7 estaba corriendo en la cinta con todo su cuerpo empapado de sudor luego de su rutina de ejercicios” -

- “Su mirada fija en la ventana su rostro serio vacío de todo sentimiento, sólo determinación. Recuerdo como era antes, cuando éramos niños, lo dulce y cálido que era, aunque su propia familia no lo quería. Él aun intentaba con todas su fuerzas agradarlos, hasta ese día, cuando esa felicidad en sus ojos desapareció para siempre, sólo aparece una leve sombra cuando habla con su hermanito, un leve brillo de alegría en sus ojos cuando se trata de su hermano” – así es como ve cada día Hin a su Joven Maestro.

Cuando su hermano había nacido, el Joven maestro paso la peor experiencia de su vida, pero aun así tomo a su hermano bajo su ala y lo cuido siempre, la madre del pequeño era desinteresada siempre viajando sin prestarle real atención a su hijo, pero él siempre cuido de su hermano, protegiéndole de todo; y eso Hin lo sabía.

Al ver su delgado cuerpo, pero con músculos definidos, el Joven Maestro realmente es muy apuesto, desde el primer día que Hin lo vio, pensó que era un Ángel, muy puro y hermoso comparado con un sirviente como el, solo un chico de campo al lado de un KooChain.

Desde pequeño durmieron juntos, y más desde lo ocurrido en ese tiempo, el Joven Maestro empezó con pesadillas, Hin se quedaba a su lado toda la noche y él lo abrazaba fuertemente y así continuó desde ese entonces, lo hacía sentir especial, que el Joven Maestro muestre esa parte íntima solo para él. El sexo es común entre ellos, desde que eran adolescentes, pero la intimidad de dormir abrazados es… es…, sentir su mejilla sobre su pecho, su cuerpo pegado al suyo.

Basta Hin… basta de soñar

Hin Dejó la botella de agua y una toalla a su alcance y bajo para realizar las tareas, bajando se encuentra con su padre que le pide ayuda en el jardín, al salir escuchó a los señores hablando del Joven Maestro.

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El Joven Maestro al escuchar sonar el celular, apagó la máquina de correr y sonrió al ver la pantalla

- ¡Hola!, ¿qué quiere mi molesto hermanito? -

- P’, ¿cuándo vendrás a verme? -

- Solo fui hace dos meses -

- Pero extraño al P’ -

- mmmm… ¿qué quiere conseguir de mí? -

- ¡Jajajaja!, dile a Papá que me envíe dinero -

- ¿Ya te has gastado todo lo que te dejo? - eso lo sorprendió, le había regalado una gran cantidad

- ¡Si, pero necesito más!

- Debes valorar el dinero, y cuidar tus gastos -

Pero el dinero es lo que le sobra a su familia

- ¡Si no querían que lo despilfarre, no me hubieran malcriado así! – dice el chico enfurruñado

- Pero el P’ no te malcrió, siempre te enseño a valorar lo que tienes -

- Eso es verdad -

- Bueno, te enviare más -

- Adiós P’-

- ¡Pequeño demonio! -

Toma una ducha y baja a desayunar, como sus padres no están va a desayunar a la cocina

- Joven Maestro, ¡buenos dias! - Le saludan las criadas de la cocina

- ¡Buenos días! - Les da una agradable sonrisa, siempre es amable con todos, el único que conoce su oscura naturaleza es Hin.

Roto por siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora