BE WITH YOU ; IM JAEBUM

Capitulo 4

Jaebum

Decidimos tomar una descanso en la sala de practica. Me encontraba en en el sofá negro de cuero que estaba a un rincón de la sala mirando mi celular. Mis amigos me llenaron de mensajes en el chat grupal que compartimos. Querían presentar unas nuevas canciones en el club, igual que hace dos semanas atrás. Inconsciente mis pensamientos recordaron los ojos de la chica.

Había una mitad de probabilidad de que estuviera ahí o tal vez no. No perdía nada en probar una de mis canciones que había terminado y de paso, a ver a la chica.

—Jaebum hyung está muy ocupado y sonriente con el teléfono—Molestó Youngjae sentado a mi lado y dándome un codazo en el brazo.

Apagué la pantalla del móvil después de confirmar mi asistencia y guardé el celular en mi pantalón deportivo.

—Últimamente te la pasas sonriendo como idiota—Murmuró Jinyoung escondiendo una risa e hizo un ruido con la boca—Si no te conociera bien diría que nos estás escondiendo algo sumamente importante.

Los demás le siguieron riendo.

—Debe ser la chica misteriosa—Bambam habló mientras se miraba en el espejo.

Me mantuve rigido y serio.

—No es nada—Me encogí de hombros levantándome del sofá para hacer estiramientos y sintiendo la mirada de todos en mí—Iré al club nuevamente a mostrar una de mis canciones la próxima semana.

—Jaebum hyung tiene chica nueva—Molestó Yugyeom. Acto que hizo que fingiera que le iba a golpear tirándome encima de él y el maknae comenzara a quejarse—Ah, ah, duele. Perdón.

—Nunca más, Yugyeomie.

—Nunca más—Repitió el más joven.

—Últimamente te la pasas en tu estudio—Murmuró Mark llegando a su lado y ayudándome con los estiramiento de piernas—Le sigues a Jackson con la competencia.

—Jaebum-hyung no puedes auto exigirte demasiado—Jackson habló llegando de la cafetería. Venía con comida en sus manos y dejó todo en el piso. Rápidamente todos nos abalanzamos a la comida y no era ajeno. Amaba comer así que lo primero que encontré lo llevé a mi boca.

—Sé que les preocupa, pero estoy bien.

Sus miradas no era muy convincentes de lo que acababa de decir, pero era lo de menos para mantener la calma. Soy el líder, por lo tanto soy yo el que debe dar el ejemplo siempre.

***

La busqué. La busqué durante toda la noche, pero no hubo rastro de ella. Creí que vendría. Di dos presentaciones, me mostré feliz, pero por dentro estaba demasiado desilusionado.

Tomé un gran sorbo de agua cuando ya estaba acabando todo, así que fui directamente al baño. Subí las escaleras a paso apresurado por el ambiente oscuro y al doblar para llegar al pasillo del baño casi choqué con alguien de frente. Mis reflejos me ayudaron a detenerme antes de tiempo.

Era ella.

Estaba vestida muy casual, poco maquillaje, cabello suelto, una blusa de brillos y jeans a la cintura negros con unos botines negros. Sentía los nervios recorrer mi cuerpo por primera vez, pero no dejaría que ella lo notoría. Solo le dediqué una leve sonrisa.

—¿Me buscaste?—Escondí mis manos en los bolsillos de mi pantalón y apoyando mi hombro izquierdo en la pared. No podía pasar.

—Ash, ¡claro que no! —Se defendió con un leve bufido que me pareció adorable. —Solo venía al baño. De hecho podría ser que tú me seguías a mí, Jaebum.

—Casualidad, ¿no? —Alcé ambas cejas sin quitar la sonrisa de mis labios. Me acerqué un poco más a ella y no se movió de su sitio.—Cabe recalcar que tú sabes mi nombre, pero no sé el tuyo y estamos en una desventaja.

—Creí que me ibas a pedir el número y no mi nombre—Dijo en tono de burla. Tomó una posición más firme delante de mí, pero al cabo de unos segundos cedió—________.

—Un gusto—Saqué de mi bolsillo izquierdo mi celular entregándoselo a lo que ella parpadeó repetidas veces totalmente confundida. No pude evitar reír por lo bajo agachando la mirada por un corto momento y volviendo a fijar mis ojos en los suyos—Tú número.

—Oh—Recordó sonriendo con vergüenza. Sus mejillas tomaron un color carmín. Realmente estaba disfrutando esto. —Claro.

Torpemente tomó mi celular con las dos manos tecleando su número, al terminar me lo devolvió y apreté la tecla de llamada. En pocos segundos desde el bolsillo de su chaqueta negra de cuero se oyó una canción en particular.

—¿Teenager? ¿En serio?—Llevé una mano a mi boca para no partirme de la risa. Me sentía halagado, pero tampoco sabía que era fan para tener ese tono de llamada en su celular.

________ inmediatamente sacó su celular para apagar el sonido soltando una maldición y guardado de inmediato el aparato.

—No es broma—Me miró seria frunciendo el ceño y cruzándose de brazos sobre su pecho—Claro que es en serio. Me gusta esa canción.

—La escribí yo.

—¿Ah, sí?—Habló con desinterés en el tema.

Asentí con la cabeza sin dejar de sonreír. —Bien, ahora que tengo tú número ________. Podré enviarte mensajes y que quedemos en algún lado.

—Creí que eras un idol demasiado ocupado para tener ese tipo de cosas.

—Dispongo de tiempo libre—Aclaré.

_________ frunció los labios por un momento asintiendo lentamente con la cabeza. —Estaré esperando.

El grito de mi nombre a mis espaldas me volvió en sí. Me estaban buscando mis amigos y debía volver a cantar otra canción.

—¡Ya voy!—Grité volteando por las escaleras y volviendo mi mirada a _______ quien ahora sonreía—¿Te quedas a la última canción?

—Claro, por qué no—Alzó sus hombros como si no pudiera luchar más conmigo y rápidamente mis pies volvieron a la zona del DJ. Me aseguré de tenerla a la vista. A lo lejos estaba en el taburete, tal y como la vi la primera vez, esta vez no bebía nada. Solo me observaba.

Creo que en mucho tiempo no canté con tanto sentimiento y me sentía genial frente a ella. Sentía algo en mi pecho que quería salir. Mi corazón latía rápidamente y ella movía la cabeza con el ritmo de la canción. Quería acercarme y cantarle nuevamente, pero habían personas observando. Muchas personas. Era arriesgado y lo sabía.

Cuando la canción dio fin ella me hizo una seña con la mano de que la llamara. Asentí con la cabeza y desapareció, aunque a los minutos recibí un mensaje.

________;

Gracias por cantarme otra vez, Defsoul. Estuviste maravilloso.

En mucho tiempo no había sonreído como imbécil por causa de un mensaje.