Nadie se volvería a enamorar del idiota [Libro 2]

16. La fogata

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Resulta demasiado triste y desalentador ver a la chica que te gusta recargada en el hombro de otra persona, un hombro que no es el tuyo por no haber valorado los sentimientos que alguna vez ella tuvo por ti. Bueno, aquella es mi situación actual. Me encuentro sentado en medio de dos amigos. Al otro lado de la gran fogata está Sofía, tiene una sonrisa en el rostro y su cabeza se recarga gentilmente sobre Marlow, quien rodea sus hombros con uno de sus brazos. Se ven bien y nadie los juzga, son vistos como una pareja más de las tantas que hay en nuestro grupo de clases. Para que no me emparejaran con Silvana y, a su vez, no anduviera molestándome, tuve que pedirle a Roger, uno de mis amigos, que se sentara justo donde lo iba a hacer mi exnovia.
La noche transcurre de manera tranquila, todos nos encontramos comiendo bombones calentados con el fuego mientras contamos historias de terror. Esto es sólo una estrategia para que la prueba de valor que se llevará a cabo el día de mañana después del torneo de pesca sea aún más escalofriante. Lo bueno de esto último es que los equipos serán asignados al azar y ya me he encargado de negociar con mis compañeros, excepto con Silvana, el lugar para estar junto a Sofía. Quizá ésta sea mi última jugada, le confesaré mis sentimientos, si decide darme una nueva oportunidad, haré todo lo posible para aprovecharla. Haré a Sofía la chica más feliz del mundo. Sin embargo, si me rechaza, respetaré su decisión y me rendiré con ella.