Nadie se volvería a enamorar del idiota [Libro 2]

22. Con miedo a la verdad

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Creo que hubo algo que me dio más temor que la silueta fantasmal que se nos apareció hace algunas horas en la prueba de valor, ese algo es el hecho de haber observado los ojos tristes de Sofía luego de que viera a Marlow con otra chica.

Mientras miro las estrellas, me pregunto por qué Sofía habrá reaccionado así, ¿acaso no era yo quien le gustaba? Según Marlow las cosas eran así, pero entonces ¿por qué tengo la sensación de que hay un malentendido? Dicha sensación está empezando a atormentarme, a angustiarme, a sofocarme. Tal vez por esa sencilla razón no me atreví a pedirle a Sofía que fuera mi novia. Tenía miedo de que me rechazara, de que fuera demasiado apresurado o de descubrir que si no me aceptaba no era porque me odiaba, sino porque ya no me amaba.

Hoy es la última noche en el campamento, mañana al amanecer partiremos con rumbo hacia la escuela, regresaremos a nuestra vida cotidiana y entonces todo habrá terminado. Me tendré que enfrentar a la posible verdad de que quizá yo ya no me encuentro dentro del corazón de Sofía.