Viejos recuerdos

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Kyle sólo reía divertido a la manera en la que Stan saltaba en el asiento del copiloto con la emoción y alegría de un niño pequeño.

Apenas se estacionó, Marsh salió del auto para poder admirar con mejor detenimiento el escenario frente a él; Sus labios se entreabrieron con incredulidad, sus ojos se pasearon de arriba hacia abajo y su corazón latió tan fuerte que podía escucharlo.

Su casa de dos pisos se mantenía de pie desde el momento en que la dejó, con un color diferente, pero sentía la melancolía con sólo verla.

Kyle apareció a su lado, mostrándole las llaves del hogar.

—¿Entramos?

Stan asintió frenético, desesperado mientras veía al pelirrojo meter la llave en la cerradura.

Cuando Kyle empujó la puerta y entró, Stan le siguió con duda, observando el suelo y sintiéndose diferente, como si su propia casa fuera a comérselo por haberlo abandonado tanto tiempo.

Dio un paso y al no ser tragado, levantó la mirada.

A pesar de que los muebles fueron cambiados de lugar en toda la casa, podía sentir los cientos de recuerdos con tan sólo desviar la mirada hacia cualquier punto. Donde se hallaba el sofá, podía recordar las veces en que él, su padre, y su abuelo, se reunían para ver los partidos de los domingos de algún deporte, o el comedor donde se reunían los cinco para platicar y comer...

¡Incluso el pie de la escalera! Donde pasaba las tardes con Tweek platicando sobre cómo echarían a la gente de Jersey y regresarían sus amigos.

Tanto recuerdos... Cada parte de la casa le decía: Bienvenido, Stan.

—Stan... — Lo llamó Kyle

Caminó a donde estaba, cruzando la cocina para ir hacia el patio trasero. Stan adelantó el paso para ir hasta su posición, el pelirrojo le hizo un ademán hacia la puerta y el pelinegro salió de ella.

Los cambios en el patio trasero le importaban menos, lo que le llamaba la atención, era una pequeña tumba adornada cerca del árbol más grande.

Se acercó, apoyándose en sus rodillas para leer lo que se hallaba en un pedazo de madera.

"Sparky.

Mejor mascota. Mejor amigo"

Alzó la mirada, notando como Kyle traía unas cuantas flores arrancadas del mismo jardín, poniéndolas en un florero limpio enterrado a lado de la madera.

—Tweek me dijo que Sparky era muy importante para ti — Explicó apoyándose de cuclillas a su lado —Ike y yo hemos estado procurando que esté bien. Sabíamos que algún día, el niño que vivía aquí, volvería.

—...

—Te tomó quince años — Suspiró

Stan se limpió las lágrimas que comenzaban a caer hacia su barbilla, pero no podía evitarlo, por lo que terminó cubriéndose el rostro con ambas manos, llorando como el niño pequeño que abandonó su hogar y que no demostró su dolor hasta años después.

Kyle se mantuvo en silencio, esperando a que Stan se desahogara.

Llevó tantos años aguantando sus lágrimas, tantos años esperando volver y enfrentar su pasado. Sus lágrimas fueron absorbidas por la tierra, simbolizando su dolor, mientras hipaba todos los gritos y quejas que silenció para no molestar a sus padres...

Kyle le tocó el hombro cuando Stan se hallaba más tranquilo.

—Lo siento...

—Está bien

It's a Jersey Thing [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora