Alas venenosas

CAPÍTULO I - EL ASCENSO DE UN DEMONIO ALADO

Lucifer: -con sus dedos índice y pulgar rascando su entrecejo- deja ver si entiendo Asmodeo, necesitas sangre angelical pura para que esta quimera cambie sus alas

Asmodeo: Tal y como lo dijo señor, es la única manera, estas alas negras –eleva las alas de Cheitan- no quisieron modificar su color por más que intenté, entonces lo más lógico es que recolectemos esa sangre

Lucifer: ¿Y de dónde quieres que la consiga? Ya sé, esperemos a que un ángel baje a ver las flores y lo secuestramos (nótese el sarcasmo)

Todos en la sala, a pesar del comentario sarcástico de Lucifer, parecen algo intrigados con el comentario, hasta dar la impresión que es una buena idea.

Lucifer: Grupo de demonios inútiles –se dice a sí mismo- No se tomarán esto en serio es un mensaje sarcástico

Baal: Volaré a la Tierra y haré que el ángel caiga

Todos los demonios asienten y dejan la sala sin despedirse, dejando solo a Lucifer y Cheitan. Lucifer algo incómodo, sólo mira una y otra vez al demonio, tan perfecto, casi idéntico a él cuando era un poderoso arcángel, Cheitan por otra parte permanece estático, como si de un muñeco de cera se tratara.

Lucifer: ¿En verdad está vivo? –Lo mira de todos los ángulos pero Cheitan eleva su cabeza para observar al mayor de altura-

Cheitan: ¿Qué le dice que estoy muerto señor? –con tono monótono-

Lucifer: -se aleja asustado- Pues que pareces un vil muñeco de cera

Cheitan: Asmodeo, me prohibió hablar cuando no me corresponde

Lucifer: Entonces habla, que se siente incómodo, en especial si ese grupo de inútiles se largaron sin mi permiso, esos ineptos se ganaron una noche llena de calor en mi hoguera –dice furioso-

Cheitan: Ciertamente, la imagen que tenía de usted, era de un ser más oscuro, lleno de malicia y sin piedad

Lucifer: soy así con ustedes, porque son lo que me queda a decir verdad, todo lo que tenía allá me fue arrebatado, mi ejército, el puesto del arcángel principal, no sé, todo el odio que les tengo a los ángeles, lo manifiesto en las creaciones inferiores a nosotros, el hombre, seres tan inútiles, más que los de aquí. Conozco cada nube en el cielo y obsidiana en el infierno -suspira- habría un equilibrio y una sociedad perfecta y no una bondadosamente buena

Cheitan, después de un largo rato cambia su mirada, de una monótona a una repleta de asombro por lo que sus perfectos oídos escuchaban. Lucifer no era un demonio asquerosamente criticado por pecar, sino un alma que buscaba la perfección de un reino. Cuando este estaba dispuesto a hablar, los demonios llegaron alegres, pero llenos de heridas con un brazo colgando de una red.

Lucifer: ¡Grupo de idiotas! Nunca me hacen caso, y cuando hago un comentario sarcástico ¿me obedecen? Están estúpidos

Baal: -saca el brazo- Lo encontramos

Lucifer: Están de broma ¿cierto? –mira irritado-

Asmodeo: Pero es lo que necesitamos señor, sólo tomo una muestra de ese brazo

Saca una jeringa y la inyecta para sacar la sangre del brazo tenebrosamente cortado. Terminada la obra, el demonio con la jeringa en manos, golpeándola para liberar el oxígeno, la acerca a Cheitan para introducir lo último que le faltaba para ser el demonio perfectamente disfrazado que debió ser en un principio.

Cuando la jeringa entró en contacto con la piel de porcelana de Cheitan, este comenzaba a jadear de incomodidad como si aquella aguja le arrancara el alma y poco a poco la sangre ingresaba a su cuerpo, este gritaba cada vez más del dolor, retorciéndose en los brazos de Baal y Leviatán. Asmodeo y los demás presentes, sólo apreciaban cómo las alas se tornaban de ese negro brillante a las alas blancas que caracterizan a los bellos y auténticos ángeles en el cielo.

Cheitan cae al piso de lo agotado que estaba por recibir una sangre tan pesada y dolorosa. Sólo Leviatán lo acomodó de forma que pareciera que estaba durmiendo.

Asmodeo: -extiende sus brazos y observa con orgullo- Ya está terminado...mi bella quimera, un demonio hecho ángel –lanza un chillido de emoción- ¿qué opina señor? –Mira con estrellas en su mirada-

Lucifer: N-no p-puedo creerlo, es idéntico a uno de verdad ¡es idéntico! –Dice emocionado- ¿qué hace ahí en el suelo? pásenlo a mi alcoba y acóstenlo en mi cama, este es el inicio de nuestro futuro triunfo

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Poco a poco Cheitan abre los ojos y sin cansancio y dolor se levanta y se percata del bello lugar en el que se encuentra, tapices de terciopelo rojo, en una cama con cortinas de tela roja gruesa e hilos dorados colgando y frescos hermosos de lo que parece ser Lucifer, pero con la silueta de Cheitan.

Cheitan: E-es idéntico a mí

Leviatán: Ya despertaste

Cheitan: Señor Leviatán –se levanta para inclinarse en forma de respeto-

Leviatán: Tus alas, en verdad son blancas

Cheitan: ¿Lo son? –Pregunta incrédulo-

Leviatán: Sólo observa. Tus cosas ya están listas, todos en la sala te esperan, en especial el señor Sata...Lucifer

Cheitan: Antes señor, ¿de quién es esta alcoba?

Leviatán: Del Rey

No lo podía creer, Cheitan con apenas dos días de nacido, ya sufrió un colapso de sufrimiento y ya duerme en la alcoba del rey, qué envidia ha de recorrer en el interior de Asmodeo.

Leviatán: Asmodeo, ya despertó

Asmodeo: Perfecto, Chei, ya no hay tiempo, ven –lo jala del brazo- estas son tus cosas, vístete, y te daremos las instrucciones

Cheitan simplemente accede a las demandas y se viste con una túnica blanca con dorado, jamás creía que en el infierno hubiera ropa tan angelical, a menos que le robaran la ropa al ángel que asesinaron, no importaba, Cheitan ayudaría a cumplir el sueño de su señor Lucifer. Salió ya vestido y delante de todos libera sus nuevas alas blancas, que a decir verdad, prefería sus alas negras pero no le importaba eso ahora. Todos asombrados observaron la bellísima obra de arte y Lucifer se acerca.

Lucifer: ahora tienes la misión más importante de todas Cheitan, tú vas a ayudarnos a tener el mundo perfecto que se planificó hace miles de millones de años atrás, no te sientas asustado te estaremos vigilando y ayudando

Asmodeo: Ahora vuela mi querida quimera –mueve su mano-

Cheitan algo nervioso mira hacia arriba y con un solo impulso vuela y llega de forma inmediata a la Tierra, observa la maravilla que era ese entorno. Con otro impulso observa cada vez más luz.....lo que presencio después era como todos decían con repudia un mundo dorado y lleno de paz.....el cielo.