Afortunado reencuentro

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CAPÍTULO 3

AFORTUNADO REENCUENTRO

¡Por fin! Había sido un viaje agitado, con un par de turbulencias en el trayecto que lo habían puesto muy nervioso. Odiaba los aviones, era un hecho; por eso aunque amaba viajar no podía evitar esa sensación de nerviosismo. Por fin pisaron suelo japonés, la voz de la azafata anunciaba que el clima era bastante frío, otro asunto que no le agradaba. Tantos años de vivir en Japón y en Suecia y nunca se había acostumbrado a las frías temperaturas de invierno. A estas alturas, no creía llegar a acostumbrarse nunca.

Avanzó por el estrecho pasillo para salir al aeropuerto, recogió su maleta, y caminó mirando a su alrededor familias felices que se reunían, parejas que se fundían en cálidos abrazos que hablaban de lo mucho que se habían extrañado. Sonrió ante esto. – Algún día – se decía a sí mismo. – Algún día sucederá Shaoran-

Frente a él, dos rostros familiares; uno de ellos con una sonrisa de lado y sosteniendo un pequeño letrero que decía Li Shaoran, a su lado un hombre de mediana edad, que le sonreía con amabilidad. ¿Cómo no recordarlos? Habían sido una familia para él en momentos difíciles.

- Bienvenido Shaoran... Espero que no tengas inconvenientes en que te siga llamando así ¿no?.

- ¡Para nada Touya! Somos amigos y me alegra mucho verlos.

- Señor Kinomoto, muchas gracias por estar acá.

- Fujitaka muchacho, solo Fujitaka.

- Bueno, veo que traes poco equipaje, te ayudaré, el auto nos está esperando afuera.

Se adentraron en el lujoso vehículo entregando el equipaje al chofer que les esperaba.

- ¿Qué deseas hacer Shaoran?. ¿Vamos a comer primero o al departamento?

- Preferiría comer, no soporto lo que ofrecen en los aviones.

- Perfecto, vamos entonces.

Se adentraron en el restaurante especializado en comida china, disfrutaron de una deliciosa cena antes de embarcarse hacia el apartamento que ocuparía el doctor recién llegado.

Ya en el lugar, hablaron del tema que los ocupaba, la salud de Nadeshiko.

- Bueno, he revisado los exámenes que me envió Touya, pero quisiera hacer un chequeo yo mismo, al ser una enfermedad tan poco conocida muchas veces no es tratada de manera adecuada y sin ánimos de menospreciar a mi colega, prefiero empezar de cero. ¿Cuándo estará listo el laboratorio Touya?

- Ya está todo preparado, el personal que te asistirá también está a tus órdenes.

- Perfecto, entonces estaré allí a las 8 am, trataré de coordinarme con ellos primero y luego les llamaré para concertar la cita inicial, ¿les parece?

- Claro que si Shaoran, siéntete en libertad de obrar como consideres prudente.

- Y bueno... Creo que nosotros nos despedimos ya, debes descansar, el cambio de horario es algo complejo.

- Gracias Touya, Fujitaka, me siento muy feliz por haber regresado y agradezco mucho sus atenciones.

Se encontró solo en el enorme apartamento, estaba sobriamente decorado y ataviado de muebles finísimos, pero aún así, lo sentía como un lugar vacío, como siempre, como en todas partes.

Tomó su teléfono e hizo una llamada

- ¿Adivina dónde estoy?

- ¿Qu..Quién es??

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