Sí, el video era necesario.
6:30 PM.
Después de haber estado separados a causa de las giras y grabaciones de sus álbumes solistas, RyeoWook andaba ansioso por poder al fin pasar tiempo junto a su pareja. Y hoy, tercer día de febrero, ambos celebrarían el cumpleaños del menor. Así que llamó al maknae para decirle sobre su idea de hacer una cena. Idea que Cho aceptó encantando, pues Wookie era un experto cocinando y él era bueno comiendo.
—¡Veamos cómo salió!
RyeoWook, en pose de victoria, sacó del horno el Maeun-Dakbongbui que él mismo preparó. Después colocó la mesa y sonrió con satisfacción al ver su hermosa cena. Entonces vio el reloj de pared, fijándose que aún faltaba media hora para que KyuKyu llegase.
—Realmente espero que no demore, o tendrá que sufrir comiendo recalentado.
. . .
Pasaron unas cuantas horas y él no aparecía.
—Es increíble que se haya olvidado de nuestro acuerdo... de nuevo, tal y como el año pasado. —resoplaba hastiado observando por sexta vez el reloj— ¿Dónde se habrá metido?
Miró con tristeza la mesa decorada. Ese evil se las pagaría cada y una de las cosas que le hacía pasar.
Con desanimo, se acercó al reproductor de música de la sala y cuidadosamente sacó de la repisa un CD que recibió de regalo en su anterior cumpleaños.
—Y DongHae como siempre tacaño, ¡regalarme un simple disco y en español! Ese también es otro idiota.
Vio la parte delantera del objeto, donde se leía con letras doradas: "Pimpinela".
Echó los hombros para atrás restándole importancia. Escuchar un poco de música extranjera, hasta que el malagradecido de su pareja llegara, no era mala idea. Lo colocó en la casetera y le dio a play. Se retiró hacia el sofá aún metido en sus pensamientos, la canción empezó a inundar el ambiente. No entendía el idioma, pero el juego de voces le pareció gracioso. Y sin querer, se durmió ahí.
. . .
10:00 PM
Un ruido de llaves despertó a RyeoWook, quien prestó atención a la puerta que se abría con cautela.
—¿Quién es? —preguntó indignado.
—Soy yo.
Apareció Kyu con un gorrito de fiesta en la cabeza. Llevaba la ropa desarreglada, muchas serpentinas decoraban su cabellera y apestaba a alcohol. Sí, se había ido de parranda junto a MinHo y ChangMin.
—¿Qué vienes a buscar? —replicó parándose de su asiento.
—A ti y a tu comida.
—Ya es tarde —dando un paso adelante, desafiante.
—¿Por qué? —ahora era KyuHyun quién no entendía nada.
—Porque ahora soy yo el que quiere estar sin ti.
—¿Pero de qué hablas?, ¿estuviste tomando?
—Por eso vete, olvida mi nombre, el grupo, mi casa y pega la vuelta. —decía mientras lo empujaba para que saliera— vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios, que no te desean.
—Estás mintiendo, ya lo sé —replicaba creyendo que lo mejor sería seguirle el juego.
—No, no miento, en verdad quiero que te vayas. ¡Ya lárgate!
—Pero, ¿qué hice?
—¡Deberías saberlo! —gritó— vete, olvida que existo, que me conociste y no te sorprendas...
—¿Qué demonios hablas, Wookie?
—Olvídate todo, que tú para eso —lo fulminó con la mirada— tienes experiencia.
RyeoWook volvió a empujar a KyuHyun, arrojándolo fuera del departamento y cerrando la puerta, dejando la cerradura puesta para que no volviera a entrar.
—Adiós. —enfatizó Wookie desde su lugar.
—Ayúdame, muero de hambre.
—No hay nada más que hablar —volvió a replicar RyeoWook, sentándose de plano en el sofá.
—Piensa en mí —Kyu se tocó el estómago famélico.
—¡Dije qué adiós!
—Ay, ¿pero por qué?
Y justo en ese momento, las neuronas de Cho entraron en sinapsis.
—¡Un momento! —golpeando la puerta— En serio lamento haber olvidado la cena, pero fue culpa del trago, ¡estuvo rico! Por favor, déjame entrar. ¡Ryeo, bebé! ¡RyeoWook!
.
—¡RyeoWook!
—¿Kyu? —despertó inmutado— ¿Ah? ¿hace cuánto estás aquí?
—He tratado de despertarte desde hace media hora, pero al parecer estabas teniendo un sueño extraño. Con lo cual aprovecho para decirte que el español no es ni será tu fuerte.
—¿De qué hablas?
—Entre sueños estuviste cantando una absurda canción en español. Y, por cierto, el reproductor de música se malogró gracias al disco pirata que te regaló DongHae.
Ahí fue cuando RyeoWook comprendió todo: solo fue un sueño. Kyu no había olvidado la cena. Se sintió entonces, por primera vez en el día, aliviado. Abrazó fuertemente a su pareja y depositó un pequeño beso en sus labios.
—¿Y eso?
—Por nada, solo soy feliz de tener al idiota más grande del mundo como novio. —sonrió— Vamos, tendré que recalentar la comida, pero valdrá la pena.
—Eso veremos —dijo también sonriendo.
—¡Demonios!, olvidé la salsa. Espera, voy rápido al minimarket y regreso.
Kim tomó su chaqueta, unos lentes y las llaves de su auto para luego desaparecer por la puerta.
Silencio.
—Jé, mi Ryeonggoo no es más ingenuo porque no es más bajito —habló sacando de unos cajones los accesorios de la parranda— Y creyó que todo era un sueño, tarado. Lo que no entiendo es cómo comenzó a delirar con esa tonta canción... ¡bah!, como sea, lo importante es que nunca se enterará de que en verdad sí me olvidé de la cena.
Y así, Cho KyuHyun, esperaba a que su inocente y hermoso novio llegase para que, al fin, comieran tranquilamente la cena por su cumpleaños.
.
Historia muy corta, pero deseaba sacarme la espinita de publicarla xd
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Vete y pega la vuelta (KyuWook)
FanficEs 3 de febrero y Kim RyeoWook planea con ansias realizar una cena para él y su pareja, Cho KyuHyun, por celebración del cumpleaños de este. Sin embargo, todo se arruina cuando Kyu se olvida de lo acordado. •Viñeta (Historia corta). •¿Songfic? Humo...