Ojalá la vida fuera como esa canción de porquería. Pero acá parada en la vereda, con el viento pasando a cada rato levantándome la pollera haciendo que se me vea todo el culo y cagándome de frío, no me parece tan hermosa la noche en la capital.
No creo soportar otra jornada de trabajo sin una dosis. Se me hace mierda la nariz y el cerebro, pero por lo menos me mantiene arriba. Tengo que romperme el culo por la guita porque el hijo de puta de mi ex novio me dejó sin un mango, solamente un departamento que se cae a pedazos en la periferia de la capital. El muy garca se hacía el enamorado, que íbamos a salir adelante juntos y montón de boludeces más, pero una noche llego a casa y me lo encuentro garchando con mi hermano en nuestra cama. Los rajé a los dos de una patada en el orto. Pero como él era el único que trabajaba, no me quedó otra que salir a buscar lo que fuera, entonces una amiga me habló de un tipo que por algo de plata te daba protección y te liberaba una zona en particular para ofrecer tus servicios ahí. Al principio, obvio que me dio algo de miedo, imaginate, teniendo sexo con cualquiera en la noche de un lugar público. Aunque bueno, después de un tiempo te acostumbrás cuando empezas a recibir la plata, ya que a los viejos borrachos esos qué carajo le importa nada con tal de que hagas bien el trabajo. Encima que mi familia "bien, gracias por preguntar", fueron los primeros en mandarme a la mierda diciéndome "maricón", "desviado" y mil cosas más, mi hermano era el único que estaba ahí porque era gay y también lo echaron. Sí, estaba antes de encamarse con mi novio.
Al fin después de un largo rato de esperar, veo ese taxi de todas las noches parar al lado mío, me subo y sigue el camino de siempre. Con el chavon que lo maneja siempre nos saludamos y nada más, nunca hay demasiado tema de conversación. Inusualmente se escucha un tono de llamada y después la voz muy formal de un tipo hablando acerca de un divorcio, que le tenía que dejar la casa y una manutención a su ex mujer. Que cagada boludo, y pensar que hace solo un rato estaba completamente metida en mis propios problemas, pero ahora no puedo evitar sentirme terriblemente mal por él, un hombre a quien se le iba a la mierda toda la vida en un momento. Y encima se larga a llover, una porquería la situación.
-Uhh, la puta madre, llevame a mi casa que no me voy a cagar mojando toda la noche, que si me enfermo voy a perder más días de laburo - digo mirando por la ventana, después pienso y le pongo la mano en el hombro -¿Querés tomar algo? No tengo a nadie que me espere y vos estás pasando un mal momento...
No sé realmente por qué dije eso, capaz pienso en un garche, alegrarle un poco el momento y ya está. Eso... o lo que se de.
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Yo logré sobrevivir a una gripe
AléatoireMi nombre es Eduardo, soy taxista, tengo 58 años y vivo con mi vieja. Me separé hace 2 años, y la muy hija de puta me dejo sin nada, se quedo con la casa, el auto, con el esfuerzo de toda mi vida. Pero no vale la pena seguir quejándome. La idea de...