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Capítulo 42

Sé lo que quieres decir

Previamente

Puso su mano en la parte posterior de mi cabeza y chocó nuestros labios en un beso caliente. Duró unos cuantos minutos antes de que pusiera su frente contra la mía. "Joder, necesito estar dentro de ti, ahora."

*****

Sus palabras entraron en mi cerebro y me mordí el labio.

Estaba chorreando, él me encendió tan jodidamente mucho. Bajó las manos por la parte posterior de mis muslos y lentamente deslizó mi ropa interior delante de ellos. Ayudé un poco para que pudiera sacarlos plenamente antes de quitarle los calzoncillos también. Su dura polla se mantuvo de pie y tomó todo en mí no ponerla dentro de mí en ese momento. "¿Trajiste un condón?"

Me agarró las caderas y me sentó en su polla, burlándose de mi clítoris mientras me mecía. Yo sólo lo necesitaba dentro ya. "Harry, enfócate. ¿Trajiste un condón?"

"Mierda, no."

"Maldita sea." Fruncí el ceño. Estoy bastante segura de que mi madre tenía algunos, y aunque sería muy difícil de robar, ni siquiera me importaba en este momento. Me bajé de su regazo y saqué mi dedo índice, "Un segundo".

Sali de puntillas de mi habitación, completamente desnuda. A pesar de que no había nadie allí todavía sentía como que tenía que estar en silencio. Cuando llegué a la habitación de mi madre miré por los cajones y después de un minuto me encontré con una caja "joder sí".

Dije en voz baja mientras tomaba uno y corrí a mi habitación. Si esta fuera cualquier otra situación, habría sido jodidamente tímida a la hora de caminar por ahí desnuda, pero estaba demasiado caliente como para pensar en ello.

Le entregué el condón y lo abrió rápidamente antes de deslizarlo sobre su polla. Me subí a la cama de nuevo y me senté a horcajadas. 

Se alineó a sí mismo hasta mi entrada y poco a poco me empecé a bajar yo misma sobre su miembro grueso. Se mordió el labio y miró hacia abajo a medida que desapareció en mi calor, de verdad que era tan caliente. Las caras que hizo me estaban volviendo completamente loca.

Después de empujar todo el camino en que me senté por un segundo para acostumbrarme a su tamaño antes de moverme lentamente hacia arriba y hacia abajo. El placer empezó a llegar con rapidez y pronto suficientes gemidos se escapaban de mis labios y mezclándose con los suyos propiamente profundos y guturales.

Necesitaba más. Empecé rebotando en su regazo y mis pezones se frotaban contra su pecho mientras él llevó las manos a mi cintura y otra vez me ayudó a seguir. El sudor se formaba en la frente y moví mis manos para empujarle el pelo de la cara. "F-Frena, amor. No voy a durar."

Me mordí el labio y ralentizado mis movimientos, poniendo mis manos sobre sus hombros para mantener me. Me estaba cansando y creo que él lo podía decir porque de repente me quitó de su regazo, tirando de mí. Me sentía vacía mientras me acostaba en la cama y se ponía en una nueva posición, cerniéndose sobre mí. Se mantenía en su mano y se alineó de nuevo antes de mecerse lentamente dentro y fuera de mí. Sus bíceps parecían enormes mientras llevaba sus labios a los míos y los besó apasionadamente. Me sentí tan cerca de él, más cerca de lo que me he sentido con nadie y una sensación repentina de amor llenó mi pecho, haciéndome jadear contra sus labios.

Siguió embistiendo de diferentes maneras hasta que finalmente él golpeó mi lugar especial y exhalé un gemido. "Mierda, Harry. U-Una vez más."

"Ahí está." Él sonrió y llevó a sus labios a los míos de nuevo, su polla golpeándome exactamente en el lugar correcto y otra vez. Podía sentir que estaba muy cerca y por la forma en que sus embestidas se aceleraron me di cuenta de que él también.

Él empujó su lengua en mi boca y se llevó la mano a mi calor, frotando círculos en mi clítoris mientras lentamente siguió meciéndose en mí. 

Todo estaba sucediendo y era tan abrumador. Se apartó y puso sus labios en mi oído. "Córrete para mí, amor."

Eso me puso sobre el borde. De repente vi blanco y estaba arqueando la espalda, el más asombroso placer disparándose a través de mi cuerpo de pies a cabeza. Siguió justo después de mí, dejando escapar un profundo gemido mientras viajaba nuestros orgasmos. Toda la sala se quedó en silencio mientras caía sobre mí, todavía sosteniendo su propio peso corporal, pero dejando que nuestros cuerpos sudorosos se tocaran por todas partes. "Maldita sea, te amo." Dije sin pensar.

Qué. Joder.

"Quiero decir-"

"Está bien." Él se rio y salió de mí antes de dejarse caer en la cama. Él me tomó en sus brazos y puso las mantas sobre la parte superior de nosotros. "Sé lo que quieres decir."

"¿Sí?" Pregunté.

Él simplemente asintió con la cabeza y cerró los ojos, sosteniendo mi cuerpo lo más cerca posible al suyo como era humanamente posible.

¿Sabía lo que quería decir? Honestamente yo ni siquiera lo sabía, así que ¿cómo podría hacerlo? Jesucristo, lo que sea. Realmente no debería estar haciendo hincapié sobre nada después de eso. joder, fue increíble. No quiero que tenga que irse de nuevo mañana.