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Capítulo 57

Susurros en la oscuridad

"Mierda, Harry, tu madre nos va a oír otra vez." Susurré tratando de acostumbrar mi vista a la oscuridad de la habitación. Era casi la una de la madrugada y Harry estaba tumbado detrás de mí, sus dedos rozándome por debajo de mi cintura.

No podía ver nada, y todo lo que podía oír era él respirando detrás de mi cuello. "No nos oirá. Seremos más silenciosos esta vez."

"Eso es lo que dijiste en la ducha."

"Bueno, ahora lo digo de verdad." Plantó sus labios húmedos en mi cuello y respiré profundamente.

Cerré mis ojos tratando de encontrar la fuerza para decir no. Antes cuando estábamos en la ducha sus dedos me hicieron sentir tan bien que no pude evitar gemir extremadamente alto mientras que, sin saberlo, su madre estaba pasando por allí en el pasillo. Ella dio unos cuantos golpes a la puerta y nos preguntó si estábamos bien, seguía avergonzada. Y, para hacer esto mucho mejor, cuando bajamos a cenar pude ver en sus ojos que ella sabía lo que habíamos hecho.

Él siguió dejando besos por mi cuello y me giré, así que estábamos viéndonos el uno al otro. Podía ver las líneas definidas de su cara, pero estaba muy oscuro para ver algo. Me puse lo más cerca que pude y puse mi cabeza en su pecho antes de bostezar. "Tu piel es tan calentita y cómoda, creo que te voy a mantener para siempre solo para usarte como almohada."

"¿Solo almohada? ¿Nada más?"

Le dije que si con un suave hmm antes de poner mi brazo alrededor de él buscando una posición más cómoda. "Bueno, también eres muy bueno en el sexo."

Se rio entre dientes, "hablando de eso..."

"Alguien está cachondo."

"¿Tú?" Preguntó de broma.

Me reí suave y besé su pecho, "Tú, realmente, y no intentes decir que no porque tengo pruebas."

"¿Pruebas?"

"Sip," bostecé. "La tengo contra mi muslo."

Él se rio entre dientes, pero no dijo nada más, solo continuó jugando con mi pelo. Hubo silencio por un momento antes de que hablase. "Ya no estoy cansada."

"Oh, ¿de verdad?"

"Sí, realmente he decidido que voy a ser una buena novia y te voy a ayudar con tu problema." Sonreí.

Se rio. "¿Y cómo es eso?"

No me lo pensé dos veces antes de pasar mi mano por su torso y meterla en sus calzoncillos. Rodeé con mis dedos su miembro antes de bombear lentamente. "Recuerda que tienes que ser silencioso." Susurré.

Su respiración se hizo más artificial. Pasé mi dedo por la punta de su polla haciendo que su respiración se entrecortara. "Maldita sea, Preston."

"¿Se siente bien?"

"Más de lo que te puedas imaginar," dijo, su voz más grave de lo normal, y eso ya era decir. "Jesús, eres increíble."

Besé su pecho un poco más, la punta de mi lengua lamiendo su pezón hasta el punto de que sacaba todos los gemidos suaves de él y susurros que podía. Seguí por cinco minutos antes de notar un cambio en su respiración. "¿Estás cerca?"

Le sentí asentir, sus rizos moviéndose contra mi frente. "N-nunca aguanto contigo, se siente muy b-bien."

Empecé a mover mi mano más rápido y de repente un fuerte gemido se escapó de sus labios y sentí mi mano caliente. Seguí bombeándole con mi mano durante su orgasmo hasta que hubo terminado completamente.

"Uf, eso ha sido jodidamente increíble." Me dijo, sin aliento.

Me reí, "me alegro de que te gustase."

Estaba a punto de hablar, pero fue interrumpido por un bostezo. Me volví a reír. "Vale, vamos a dormir ahora. Estoy cansada otra vez."

"¿Segura? Podría ayudarte yo ahora también." Dijo. Le pude sentir sonreír contra mi mejilla mientras la besaba.

Asentí, "¿Qué tal mañana? De verdad, estoy casi a punto de dormirme."

Suspiró, "Está bien. Buenas noches."

Me reí por su comportamiento infantil antes de abrazarme a su pecho otra vez y cerrar los ojos. "Buenas noches."