Prologo

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La familia Morinabe son uno de los grandes linajes que conforman una gran rama de alfas.Todos ellos con una profesión y una importante tarea en la sociedad.

Desde pequeños eran entrenados para derrumbar todo aquel que se atreviera a desafiar su autoridad, hubo casos que incluso derrocaban a sus propios padres y le quitaban todo, desde grandes empresas hasta el mas remoto negocio.Todo con el fin de mostrar a los mas inferiores cuan poderosos podían llegar a ser.

Sin embargo, la cadena se rompe cuando una de las hijas de este gran linaje, en su segundo embarazo, da a luz a un pequeño y frágil niño. Su angelical rostro con facciones delicadas, pusieron en sospecha su genero pero toda duda se esfumo al escuchar al doctor que explico que era imposible que naciera un omega con padres alfas y ni hablar de la familia. Para ellos las probabilidades del nacimiento de un omega, era nula.

Es por esta razón que nadie puso en duda el genero del menor.

Ren desde pequeño fue la envidia de muchos, gracias a su extraña pero atractiva e inocente apariencia. En la fiestas ceremoniales, este pequeño era la sensación.

Tanto como su caracterizada cabellera celeste clara al igual que sus hermosos ojos de igual color que conjugaban perfectamente con su rostro, le daban un toque femenino de la cual todos se daban cuenta pero lo ignoraban.

Sus padres llegaron a un punto que desconocían su apariencia, puesto a que su familia la mayoría eran de cabellos castaños y algunos pelirrojos como su madre. Pero olvidaron el tema cuando uno de los tíos mostró una foto en donde se apreciaba a un abuelo con similar apariencia así que supusieron que tal vez el había heredado esa genética.

Shou o Shouni como le decía su hermano menor, era su escudo protector en cuanto a castigos se tratara. Cada que siempre sus padres se las iba en contra de él. Este intervenía y asumía toda responsabilidad, a excepción de algunos casos en donde el mayor no se encontraba o no estuviera involucrado, en esos momentos se mordía la lengua para no hablar.

Para Shou, su hermano menor era un tesoro de la cual en su interior poseía una delicada flor que debía proteger a toda costa. Era un recelo que desde siempre había tenido hacia Ren, le molestaba que lo tocaran o le mirasen o peor aun que le hagan sonreír. Este ultimo le hacia hervir la sangre y pensaba mil maneras para torturar al individuo.

No podía explicarlo con palabras pero cada vez que estaba con Ren, sentimientos no aptos para niños se presentaban en su mente. Sus pensamientos no eran normales, era como el de un adulto experimentado.

Esos baños en donde antes era divertido, ahora para Shou, era una oportunidad para hacer "algo" con su hermano menor sin que este se diese cuenta.

Como también la hora de dormir. Lo veía como algo que no se debía desperdiciar y aunque lo tuviera prohibido, cada noche (sin falta) se escabulle por los pasadizos y de una manera profesional se recuesta al lado de Ren sin que este se despierte.

Sin embargo, ese sentimiento que retiene Shou y que lo disfraza como un "complejo de hermanos" algún día, tocara luz.

Y Shou esta dispuesto hacer lo que fuera por mantener a su pequeño hermano a su lado, aun si eso significa cortar lazos con su familia. Y desde aquella vez del incidente del helado con Ren, se juro que no había vuelta atrás, que lo tendría. Le valía un rábano si lo que cometía era un pecado. Para él era mas fuerte los sentimientos que las miradas ajenas.

Entonces...

Con esto concluimos una pequeña duda...

¿Hermanos destinados?

¿Es esto acaso posible?

Para el destino nada es imposible.

Nikke ('∀'●)♡

[ Omegaverse ] MarcaméDonde viven las historias. Descúbrelo ahora