Mía Williams:

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  Mía Williams, desgraciadamente es el nombre que me pusieron mis padres. ¿Por qué es una desgracia? Verán, cada que alguien se entera de mi nombre dice lo siguiente:

¿Mía? Pero, entonces eres mía no de él.

  Gente inmadura, bueno, no sólo mi nombre es el único problema. Mi cuerpo también lo es y es el peor problema del mundo. Es el puto asco.

  Digamos, en mi familia siempre me han dicho que soy puro hueso que así ni caso me darían los hombres. Papá siempre dijo que las corpulentas eran más bellas, así como mi mamá.

  Me han dicho que parezco adoptada o dicen que mi madre se metió con un hombre alto y delgado que siempre la buscaba.

  Las chicas de mi colegio siempre dicen que les gustaría tener mi cuerpo. ¿Creen que es lindo ser tan flaca? Odio mi cuerpo, odio que mi brazo parezca más palo que brazo.

  Quisiera que mis nalgas y mis pechos sean más grandes, no tengo casi nada. Amaría ver mis piernas y que estás sean gorditas, pero no hay señales de grasa.

  Es odioso verme al espejo y pensar que soy lo peor del mundo.

  Los chicos del colegio me llaman "galgo", se pueden reír y lo que quieran, pero eso duele.

Oye galgo, aquí traje tu hueso, ah espera es tu brazo.

  A veces tan sólo desearía despertar y encontrarme con una chica que tenga gran cantidad de masa muscular.

  No sirvo para los deportes. Me hacen correr y mis piernas débiles tanto no me dejan, los profesores le han preguntado a mis padre si estoy sufriendo principios de anorexia o algo por el estilo. Estoy muy bien en salud.

  Mi madre dice que debería comer más, eso es lo que hago. Ella cree que el almuerzo lo tiró al tacho, no es así. Mis amigos me ven comiendo.

  Veo a mis amigas y envidio sus cuerpos. Son hermosos, me encanta agarrarle sus supuestos "gorditos", son la perfección. Yo quisiera tenerlos.

Mía, vas a cumplir diecisiete años y sigues así, come más, a veces me da como asco verte tan delgada.

  Eso fue hace dos meses, hasta la voz que puso mamá en ese momento no se me olvida. Duele, maldita sea duele.

  Los amigos que tengo siempre me hablan de su chica ideal, con grandes curvas, pechos grandes, piernas gordas y abdomen plano. Sólo tengo el abdomen plano, de resto soy lo contrario. El chico que me gusta, Manuel, se incluye en ellos.

  No siento interés en estar con alguien, no, primero quiero engordar más, primero quiero tener el cuerpo que quiero y luego poder estar con alguien. A mi edad aún sigo virgen, he besado, pero no soy capaz de dejar que alguien vea mi cuerpo.

  Es más, uso ropa grande, es para disimular, sin embargo, se nota a kilómetros que soy delgada.

  Para mi familia soy la vergüenza, todas son menuditas y con cuerpo de diosas. Yo soy alta y a la vez palo de escoba. Soy el peor espermatozoide que mi padre pudo lanzar.

Fat and skinny ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora