Después de una larga caminata desde el bosque tembloroso hasta el Altozano, finalmente llegaron poco antes del atardecer, donde encontraron que no todos los narnianos estaban extintos como Caspian suponía, sino que bajo las amenazas de los telmarinos se habían forzado a vivir ocultos entre las sombras, sin dejar un solo rastro o huella que pudiese comprobar su mera existencia. En cuanto llegaron, los centauros les habían dejado prepararse y descansar por el recorrido y, en ese tiempo, Ayleen había aprovechado para recorrer en su totalidad cada montículo dentro del Altozano de Aslan, mientras trataba de no entrar en pánico. Le había ido perfectamente no pensar en qué hacía ahí o sí estaba con los sujetos adecuados, pues sabía que si se ponía a darle muchas vueltas al asunto solo lo empeoraría y ya era suficiente lo que sentía en esos momentos como para tener un ataque de pánico.
Mientras indagaba uno de los centauros le había dicho que dicha construcción había sido llamada así en honor al gran león que se había sacrificado en la mesa de piedra mil setecientos años atrás, cuando el rey Edmund, El Justo, los había traicionado; en honor a eso y a su resurrección crearon una fortaleza ahí donde las antiguas criaturas narnianas esperaban el regreso de los grandes Reyes del pasado o el mismísimo emperador, Aslan, para que los salvaran de tal atrocidad. Obviamente Ayleen ya conocía el Altozano porque había sido llevada la noche anterior, pero ahora que había tenido la oportunidad de recorrerla con más atención no pudo evitar sentirse emocionada e intrigada, mientras veía los dibujos de los hermanos, que se le hacían vagamente familiares.
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Courage │ Las crónicas de Narnia
Fiksi PenggemarCOURAGE | ❝Coraje, querido corazón.❞ Te contaré la historia de Ayleen, aquella cuyo destino fue escrito bajo una profecía años atrás y en el camino te contaré como ella reescribió su propia historia, teniendo en prueba que ella tenía el valor y el c...