Capitulo 6

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-A sí que no tienes idea de que hacer para decirle a Víctor que esta embarazado- presiono Pitchit, quien parecía saber algo del plan secreto que tenemos Otabek, Yurio y yo.

-Ya te dije por décimo quinta vez que no Pitchit... No sé qué hacer- suspire haciéndome el desesperado y frustrado pero claramente era una mentira pero no dejaría que nadie se entere acerca de todo este plan.

-¡Entonces déjalo a ti buen amigo Pitchit Chulanont!

Suspire nuevamente y mire por la ventana hacia la calle, estábamos en una cafetería en el centro de la ciudad y el clima comenzaba a bajar por lo cual me concentraba en calentar mis manos con la rica calidez de la tasa de chocolate caliente que producía por su alta temperatura en vez tomarlo.

Hacía mucho frio.

Paso 3 (por favor no olvidarse de esto): No confiar en tus amigos

Después de todo eso decidimos pasear ya que Víctor no se encontraba conmigo debido a Yakov, quien se encontraba molesto, porque el platinado había estado faltando a sus prácticas los últimos días. Por suerte el ruso mayor no le decía nada gracias a Yurio, quien se encargó de mantenerlo al tanto de la situación.

Yakov sonrió en ese entonces, luego prometió guardar el secreto y dar unas sinceras felicitaciones.

Pitchit me empezó a tomar varias fotos cada segundo, especialmente cuando mi atención era robada por ropa de bebe y artículos referentes a ellos como juguetes, choches, etc.

Todo era muy adorable.

-¿quieres dejar de tomarme fotos? Me estoy incomodando.

-Tranquilo Yuuri, sales muy bien en todas.

A decir verdad todo esto me empezó a preocupar un poco pero lo deje ser, seguro más tarde entendería el uso que le dio a las fotos.

Por el cansancio tuvimos que regresar al apartamento donde convivía con Víctor, el cual por cierto parecía una estrella de mar acostado en el suelo con brazos y piernas totalmente agotado. Al parecer, Yakov no tuvo compasión por el pobre.

-Hola Víctor ¿Qué tal está el suelo?- pregunto mi amigo tailandés, mi novio y a las justas pudo mover su cabeza para responderle.

-Pues está bastante cómodo y frio ¿Por qué no vienes y te hechas?

Pitchit rápidamente luego de encogerse de hombros, se tiro al suelo en la misma posición del ruso para exclamar.

-¡No mentías!

Víctor se rio y trato de voltearse mirando al techo con esfuerzo.

-Creo que Yurio tiene razón en llamarme anciano.

Reí un poco mientras miraba a mi amigo acomodarse mejor en el piso, disfrutando verdaderamente de este.

-Víctor toma un balo y después descansas pero nada de ir a jugar, de frente a la cama- me hizo un puchero desde el suelo –si sigues así vas a pescar un resfriado, vamos muévete.

-Noooo Yuuri, mejor acompáñame en la ducha.

El de tez morena se rio mientras se paraba del suelo despidiéndose, alegando que no quería saber lo que haríamos en el baño y después de este.

Aja, si claro, chismoso.

Luego que se fuera, Víctor si logro de convencerme de tomar un baño para luego echarnos en la cómoda cama y pedir una pizza.

Aproveche este momento íntimo que teníamos para hacerle unas preguntas que venían rodando por mi cabeza desde hace un tiempo.

-vítor- el me miro alentándome a seguir hablando.

-¿Qué opinas de tener una familia?

No hace falta decir que sus ojos inmediatamente brillaron.

-Pero si somos una bella familia Yuuri. Tú eras la hermosa mamá, yo el guapo papá, Yurio nuestro bebé/monstruo, Otabek sería el pretendiente/esclavo de nuestro chillón bebé y por ultimo pero más importante que Otabek, Makkachin quien es nuestra bella y adorable mascota.

Me reí ocultándome en su pecho por el pensamiento inocente de Yurio sin obviar claro los celos aun presentes por el Kazajo.

-Me refiero a u bebé- juro que su cara empezó a brillar de felicidad y esa luz tan cálida se colocó en sus ojos.

-¡me encantaría tener uno!- Me abrazo fuerte pasando sus brazos por mi espalda para hacer unos movimientos delicados por esta – Estaba pensando en adoptar pero también quería saber tu opinión, claro todo después de que nos casemos.

Me emocione porque él también quería tener una familia conmigo y yo muy pronto se la daría.

-Podríamos ver lo de la adopción después- dije mientras hacía unas figuras abstractas en su pecho.

No lo deje seguir con el tema porque aunque era un buen momento, yo ya tengo un plan y quiero decírselo en la forma que ambos mejor comprendemos.

¡Victor, estoy embarazado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora