I do Adore

[01] ♥

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—A ver si entiendo bien, ¿te gusta Todoroki?— Le preguntó la castaña al peliverde, algo confundida.

—¡No lo digas en voz alta!— Pidió el pecoso —E-Eso creo, no estoy seguro aún..

—Hmm.. Está bien Deku-kun, yo no tengo problema con eso. Pero ¿cuándo se lo vas a decir?

—¡No puedo decirle nada si aún no sé lo que siento!— Reprochó el pecoso.

—¡Hola Uraraka-san, Midoriya-kun! ¿De qué hablan?— Preguntó Iida, uniéndose a la conversación.

—De que a cierto peliverde le gusta Todoroki, pero  es tan inseguro que no le va decir.— Dijo Uraraka restándole importancia.

—Oh..— Iida tomó una gran bocanada de aire —¡Midoriya-kun, yo creo que deberías decirle tus sentimientos sin importar que!— Gritó el de gafas moviendo sus brazos como de costumbre.

—¿Decirle sus sentimientos a quién?— Preguntó un bicolor apareciendo detrás de Midoriya, recargando su mentón en el hombro del peliverde.

—A-Ah...— Balbuceó el peliverde.

Izuku pudo sentir como la sangre se le subió a sus mejillas provocando un fuerte pero tierno sonrojo, sus pupilas se dilataron y comenzó a temblar.

—¡Decirle a-— Iida iba a responder hasta que fue interrumpido por Ochako, tapándole la boca al instante.

—A-A alguien, Todoroki..— Respondió Uraraka, tratando de sonar convincente.

—.... Ok.— Todoroki observó a Izuku un momento —Midoriya, ¿estás bien? Estás muy rojo, ¿tienes fiebre?

Todoroki acercó su rostro al del pecoso invadiendo su espacio personal, el bicolor colocó su mano en la frente de Izuku y parecía que estaba apunto de besarlo, se podía sentir como sus respiraciones chocaban. Pero claro, Midoriya rompió esa atmósfera romántica por sus nervios.

—¡E-Estoy bien Todoroki-kun! ¡D-Debo ir a.. a t-terminar algo!— Dijo Midoriya como si de una grabadora trabada se tratase.

Se alejó de Todoroki y sonrió nervioso, caminó dirigiéndose a su pupitre y no sé dió cuenta que tenía desamparadas las cintas de sus zapatos rojos, por lo que las pisó, y así cayó al suelo golpeándose con una de las patas de un pupitre en el proceso.

Un "¡Ay!" fue todo lo que resonó en el aula, acompañado con un sonido de un golpe contra el suelo.

—¡Midoriya!— Todoroki de acercó a donde estaba tirado el peliverde, y sin querer se asomó una pequeña sonrisa en sus labios. —¿Te encuentras bien?

—Oh, claro. El suelo quería un poco de amor y sólo me ofrecí a dárselo.— Respondió el pecoso algo nervioso.

Shoto soltó una carcajada.

Izuku al notar esto, sonrió tranquilo y sus mejillas se tornaron a un sutil tono rosa pastel; estaba feliz de haber puesto una sonrisa en el rostro de Todoroki.

Y minutos después se dirigió a su asiento velozmente, ya  que Aizawa llegó y lo regañó.

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