[03] ♥

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—Oigan, que raro que éste haciendo frío en esta época del año. ¿No creen?— Preguntó buena castaña a sus amigos, mientras se dirigían a la academia.

—Estamos en invierno, Uraraka-san.— Le respondió Iida con obviedad.

—¡Ya lo sé! Pero últimamente ha estado haciendo calor, y como que para que haga frío de repente, se me hace raro.

—Uraraka-san, en realidad, lo raro es que éste haciendo calor en época de frío. Eso sólo muestra lo mucho que contaminamos.— Opinó el peliverde.

—Opino lo mismo que Midoriya-kun, Uraraka-san.

—¡Ay, no sé ustedes, pero yo prefiero que haga calor!

—¿Por qué Uraraka-san? ¡Es preferible el frío! ¡Que repugnante estar sudado a más no poder, tener calor cada dos minutos y no poder quitártelo con nada, y quemarte la piel por el mismo calor!— Argumentaba Iida, algo molesto por la diferencia que tenía con su amiga.

—¡Sí, pero en el frío es más normal enfermarse! ¡Y a mí no me gusta enfermarme!

Izuku se aisló de la discusión sin sentido de sus amigos, mirando a la nada. En realidad tenía unas ansias increíbles de salir ese día, pero el frío no le permitió hacer las actividades que se proponía.

Claro, hasta que cierto bicolor se acercó.

—Midoriya.— Llamó el heterocromático.

—¿A-Ah? ¿Qué sucede, Todoroki-kun?— El pecho de Midoriya comenzó a acelerarse, pero se contuvo y no pasó a mayores.

—Quería pedirte si quieres salir hoy, podríamos ir al parque. Estará muy bonito en la tarde, ya que se supone que va a nevar.

¡OH DIOZ MIOH! ¿Lo estaba invitando a salir? ¿ERA UNA CITA?

¡CLARO QUE ERA UNA CITA! ¡Y POR SUPUESTO QUE LO IBA A ACEPTAR!

—Oh.. Claro, Todoroki-kun.

—Bien, en la sala principal como a las 5:30, ¿Te parece bien?

—Está bien, no hay problema.

—Bien. Gracias.

Todoroki tomó la mano del peliverde, depositando un beso sobre ella.

—A-Ah...

—Hasta después de clases.

—H-Hasta después de clases..

El pecoso notó como la espalda de Todoroki desaparecía entre los pasillos, él y sus amigos iban a un paso más lento. Por lo que no lo volvieron a ver.

—Midoriya-kun, ¿te encuentras bien? Estás sudando.

—¡E-Estoy bien, Iida-kun!

—IIIIIII, UNA CITAA~

—¡Uraraka-san!

Siguieron haciéndose los estúpidos hasta llegar al salón, donde las clases comenzaron y no se dirigieron la palabra en todo ese lapso. Sin embargo pudo sentir como su trasero era brutalmente observado, miró hacía atrás y se encontró con la mirada sucia de Todoroki.

—¡T-Todoroki-kun!— Gritó en un susurro el peliverde, totalmente sonrojado.

—¡Ya, ya! ¡Perdón!— Contestó el bicolor igual en susurro.

De ahí, ya no pasó nada extraño.

Pasaron las horas, las clases terminaron, la tarde se llegó y ahora Midoriya se encontraba en la sala, en la espera por Todoroki.

I do AdoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora