A la mañana siguiente, Lunna despertó en una habitación que no era la suya, en una cama individual y muy incómoda que, claramente, no era la suya; cubierta por unas delgadas sabanas que no eran suyas. Desvió su mirada hacia el suelo de la habitación y su pánico surgió cuando vio allí sus tacones de aguja color fucsia y su ropa de marca regada por toda la habitación, giró su cabeza hacia el otro lado y se dio cuenta de que era la única en la habitación, vió debajo de la sabana que la cubría, y si, estaba completamente desnuda, vio su bolso en un rincón de la habitación y se levantó enrollándose con las sabanas; lo tomo y lo abrió, todo su dinero había desaparecido.
Las lágrimas comenzaron a surgir de sus ojos, no recordaba nada de lo que había pasado, solo recordaba esa encantadora sonrisa que estuvo admirando la noche anterior. Paseo por toda la habitación para recoger su ropa y luego vestirse. Luego de hacerlo, abrió la puerta de la habitación y se encontró con un largo pasillo, el cual al final, tenía un cruce hacia la izquierda.
Salió de allí y comenzó a preguntar hasta encontrar la forma de irse a su casa; se fue casi corriendo con los tacones y el Chanel en una mano.
Llegó a su casa y atravesó el gran jardín con mucho cuidado de que nadie la viera, llegó hasta la ventana de su habitación y subió; al entrar a su habitación, se cambió la ropa lo ordenó todo, se quitó el maquillaje, comió un chocolate para quitar el olor a alcohol y se puso su pijama; para luego lanzarse en la cama y fingir que estaba dormida.
Pasó un mes, y por suerte, sus padres no la habían descubierto, ellos no sabían que su hija se escapó para ir a una fiesta en casa de su mejor amiga, ellos no sabían que su hija fornico con un extraño.
Esta chica tenía ciertos mareos y por lo que había pasado un mes atrás, deseaba que no fuera lo que estaba pensando. Se lo comento a Nanzy y ésta insistió en una prueba de embarazo, después de salir del colegio, amabas fueron a la farmacia más cercana y compraron un test de embarazo, el cual Lunna se realizó en el baño del centro comercial.
15 minutos después, dos rayas rojas aparecieron en la pequeña barra de plástico color blanco, dando entender que la niña de mamá y papá, estaba esperando un bebe a sus 16 años.
No sabía qué hacer, no sabía si decirle a sus padres o no; no sabía si hacer un aborto voluntario o no. Estaba perdida, y todo por ir a una fiesta.
ESTÁS LEYENDO
Sordomuda
Short StoryCuento corto, original de María González. Contenido registrado en safe creative, código: 1409051916510 NO se acepta ningun tipo de adaptaciones. Todos los derechos de autor reservados. Portada: Naomi Garcia.