IV

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Y ahí se vio, el embrión ya comenzando a formarse en el vientre de Lunna. La consulta acabó, George pagó y ambos entraron al auto.

Éste comenzó a conducir por una ruta que Lunna no conocía. Al llegar a un barrio lleno de pobreza y con calles extremadamente horribles, en las cuales corrían niños descalzos y sucios; había gente fumando afuera de sus casas; hombres bebiendo y otros en motocicletas a toda velocidad.

Una vez estacionado junto a una acera, George comenzó a hablar.

-Te harás cargo de eso.- dijo señalando al vientre de Lunna- Aquí vivirás y tú te las arreglaras para pagarle todos sus cuidados. Que ni si te ocurra aparecer por la casa, a partir de este momento, tu nunca exististe para nosotros.- dijo y subió los seguros del auto-

Lunna lo miró una última vez, y sin decir nada, bajo del auto. Éste salió de la cuadra como si nada hubiese pasado.

4 meses después...

Lunna había logrado acomodarse en el barrio 24 horas después de que George la había dejado allí; una señora de unos 56 años de edad, dueña de una pensión de señoritas, le alquiló una habitación a un precio accesible. Consiguió trabajo en un mercado en donde se vendía frutas, verduras y demás artículos de primera necesidad. Había un pequeño centro hospitalario de muy bajos recursos, localizado en el barrio; ahí asistía para controlar su embarazo.

Los primeros dos meses de su embarazo, Lunna había estado fumando marihuana e inyectándose droga para sobre dosificarse y morir; por suerte, cada vez que estaba comenzando a fumar la policía llegaba y la arrestaba por 24 horas debido a su condición. Había estado haciendo mucho peso, pero aun así, no abortaba.

A sus 5 meses de embarazo, Lunna ya había intentado un aborto voluntario de diferentes formas, por lo que este (o esta) bebe, vendría con ciertos problemas en su organismo o mal formado.

Dos meses después, Lunna se encontraba en su lugar de trabajo, eran las 8:05 am cuando empezó a sentir dolores; 5 minutos después una ambulancia llegó para trasladarla hasta el centro hospitalario en donde daría a luz.

Resultó ser una niña, sietemesina con complicaciones. Nació sorda y muda, Lunna estaba en la habitación de hospital completamente sola, no sabía cómo estaba su hija. Una enfermera entró a la habitación con un bulto de mantas entre sus brazos y se lo entregó a Lunna.

-Felicidades.- le dijo sonriendo-

Lunna miró a la niña con tanto desprecio. Esa piel morena, grandes ojos negros; se horrorizó cuando se dio cuenta de que la niña no podía emitir sonidos con su pequeña boca.

-¿Por qué no llora?.- preguntó Lunna-

La enfermera suspiró y se acercó a ella.

-Es que... debido a las complicaciones que tuviste durante tu embarazo, y debido a que es sietemesina, la pequeña nació con complicaciones y no se formo del todo.- dijo la enfermera- Ella no puede oír, ni hablar.

SordomudaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora