Cayendo En Brazos Del Amor

Capítulo 5

Narra Layla

Luego de terminar mi desayuno exprés y despedirme de mi mamá salí de mi casa tomando mi bicicleta y me dirigí hacia mi preparatoria, llegando 30 minutos antes de que comenzarán las clases, así que lo primero que hice fue aparcar mi bicicleta y dirigirme hacia la biblioteca y en el mismo lugar del día anterior me encontre a Hayley.

- Hola Hayley - le dije a mi amiga susurrando a una distancia prudente como para no asustarla.

-Buenos días Layla - me dijo mientras me dedicaba una de sus sonrisas.

- ¿El ya está aquí? - le dije refiriendo al chico que había tomado el corazón de Hayley sin darse cuenta.

-Si y como todas las mañanas esta guardando libros pero a la vez pareciera que busca uno en específico - dijo dejando ver cierto brillo en sus ojos.

-Hum, ya veo que no sabes para nada lo que hace todos los días - dije con sarcasmo - ya veo que decías la verdad cuando dijiste que no lo estabas espiando.

- N-no lo estaba espiando, ¡s-solo lo observaba! - dijo en voz baja procurando que aquel chico no escuchara nuestra pequeña conversación.

-Pues lamento tener que ser quien te lo inforne Hayley pero ... observar es una de las ramas del espionaje - le dijo como si le estuviera dando un diagnóstico médico con mucha seriedad.

- Layla no seas mala por favor, esta bien si lo espiaba pero es que quien no lo espiaria - dijo mientras se volteaba a mirarlo otra vez - es muy lindo.

- Dejame ver para saber si lo que dices es cierto - le dije mientra la tomaba de los hombros para poder ponerme en su lugar y poder observar a "aquel chico" pero fue una sorpresa muy grande para mí al ver quién era.

- ¿ Ves que tenía razón? Te has quedado sin palabras - dijo Hayley.

- Yo a ese chico lo conozco - dije sin dejar de verlo.

-¿Q-que? - dijo Hayley incrédula - ¿Lo conoces?

-La verdad es que nunca eh hablado con el ni nada por el estilo, es solo que lo vi ayer junto a otro chico y una chica subir a una minivan.

- ¿enserio? - me dijo algo curiosa.

-¡Hey ustedes dos! - dijo una voz femenina que tanto Hayley como yo desconociamos - ¡ que demonios hacen ahí paradas observandolo! - dijo refiriéndose al chico que le gustaba a Hayley.

Con el miedo que sentimos en aquel preciso instante lo unico que atinamos a hacer fue tomarnos de la mano y salir corriendo lo mas rapido de la biblioteca hasta hallar un escodite de esa chica.
Luego de correr casi 5 minutos nos escondimos debajos de unas escaleras mientras tratábamos de recuperar el aire.

-¡Diablos! Eso estuvo cerca, muy cerca - dije ya con mi respiración mas regulada.

- ¡Q-que susto! - dijo Hayley, la pobre estaba practicamente sudando de los nervios y por nuestra carrera para encontrar un escondite - ¿Quién era esa chica?

- No lo sé, pero supongo que tendremos que hacer como tú y investigar más, mañana volveremos a la biblioteca pero nos esconderemos en otro lugar para ver que pasa, lo unico que tienes que hacer Hayley es tratar de recordar ls voz de esa chica, así sabre si vuelve al lugar de aquel chico mañana - dije mientras miraba a Hayley - ¿Te parece?

- Esta bien, enserio Layla, no tengo como agradecerte por toda la ayuda que me estas dando - me dijo algo apenada.

- Hey no tienes que agraceder por nada, eres mi mejor amiga y lo hago porque me importas - le dijo mientras le ofrecía mi mano para dirigirnos hacía nuestra primera clase que comenzaría en breve.

Al llegar al salón no sentamos juntas como de constumbre y luego de unos minutos llego la maestra de psicología con una chica nueva, sentía que la había visto en alguna otra parte, se me hacía conocida, pero no sabía de donde.

La chica era casi de mi altura y tenia el cabello castaño oscuro y sus ojos eran de una azul ocapo.

- Buenos dias a todas señoritas, el día de hoy nos acompaña una nueva alumna, ella es Leona Cassidy - dijo la profesora normal y serena como siempre - ¿Quieres presentarte? - le pregunto a lo que ella respondió negando con la cabeza.

- ¿El gato te comió la lengua? - se escuchó desde el fonde del salón, alguna chica intentando hacerse la graciosa ocasionando una que otra risa.

- ¿Y a tí el fijador te cocio el cerebro? - le dije molesta, nunca me ha gustado tener problemas pero menos me gusta que molesten a la gente sin razón.

Continuará.....