My Sweet Valentín [Amourshipping] EDITANDO

🍫Giri choco🍫

Giri choco
🍫Chocolate por obligación🍫

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Narra Satoshi

-Es justo como lo digo, Satoshi- la puerta de su casillero resono en las parades de los pasillos, asiendo que un castaño negara con la cabeza, arruinando su momento de lectura- si yo ganó, tendrás que darle un regalo a la chica que yo escoja, sin remordimientos.

Arruge mi entrecejo. Sabia de antemano, que con Gold a cargo de los retos no era una broma.

¡Pero me habia llamado gallina! Mi dignidad estaba en juego.

-Acepto...

-Yo lo pensaría mejor, Satoshi- nuestro acompañante cerro la pasta gruesa que contenian las páginas- ¿que pasaria si este idiota te pone a las complicada y exigente chica del colegio

-No estamos hablando de tu novia, Green...- solte una carcajada cuando el mencionado fulmino con la mirada al azabeche, pero este estaba como si nada- en fin, ¿Estas listo, Satoshi?

-Por supuesto...- sonreí con arrogancia- a la cuenta de tres...

-Uno...

-Dos...

-Tres... ¡Dos!- gritamos al mismo tiempo, ignorando que medio alumnado se nos habia quedado viendo.

Mi gesto fue uno de derrota máxima, el ojidorado, por otro lado, se estaba regocigando de mi actitud.

-Por eso te dije que no lo hicieras, siempre escoges el dos- Green se cruzo de brazos, negando con la cabeza.

-¡A pagar!- exclamó mi amigo, con una sonrisa muy parecida a la del gato de Alicia en el pais de las maravillas.

-Esta bien. ¿A quien le tengo que dar los chocolates?- pregunté, no podía ser tan malo, a final de cuentas, el azabeche era considerado.

-A ella...

Con su dedo señalando unos casilleros frente a nosotros. Ahí se encontraba una chica de cabellos color miel hasta la cintura, amarrado en una coleta; vestia con un pantalón de mezclilla y una sudadera color blanca extremadamente grande, y sus lentes de marco grueso rosado. Se veia muy tranquila leyendo un libro de literatura clásica, pareciendo ignorar todo a su alrededor.

-Se llama Serena Yvonne- comentó Gold con una sonrisa retadora, bajando su brazo hasta la cintura- va en nuestra clase de cálculo y es amiga de Crys y Blue.

-¿Como sabes todo eso?- habló el ojiverde abriendo levemente los ojos, creo que yo estaba igual o peor que él.

-Ese no es el punto...- me miró con una ceja alzada- tienes hasta el viernes para regalarle un chocolate, no me importa como, ni de que clase, pero tienes que cumplir con el desafío.

-Pense que tenías buen gusto, pero me di cuenta que no es cierto...- murmure, ciertamente no me gustaban las niñas apodadas como ratones de biblioteca.

Mire una vez más a la chica en cuestión: se habia colocado unos audífonos de casco color rosa intenso, y caminaba hasta unas chicas de cabello castaño junto a una de coletad antigravedad.

Suspire, no tenia opción, un reto es un reto.

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Llegue hasta lo que parecia su salón de clases, que por coincidencia era el mismo que el mío. Siendo viernes, los maestros habian extendido el descanso a más de lo normal, siendo mi oportunidad perfecta para actuar.

La mochila de Serena estaba puesta en las últimas bancas del aula. Los pines que estaban colgado en ella demostraban su gusto a la música electrónica, pop y reggaeton, además de uno que otro personaje de series populares.

Mire una vez más la caja rectangular en mi mano, no me atrevía a darsela a la cara por pena a lo que dirán, quedando como única forma el guardarlo entre sus cosas, quedando en anonimo.

Me encontraba en medio acto cuando las luces del aula se encendieron, asustado, me di cuenta de él o la causante de esto.

-¿Satoshi?

Trague pesado comprobando de quien se trataba, una de sus cejas estaba alzada, y me miraba de una manera que no podia decifrar.

Con la poca voluntad que me quedaba, intente hablar.

-¿Cómo sabes mi nombre?- caminaba poco a poco hasta mi, oculte el regalo tras mi espalda con la esperanza de que no lo haya visto.

-Eres mi compañero de clase, ¿como no reconocer al mejor jugador del colegio? Pero eso no era lo que queria preguntar...- llego hasta mi altura, sus ojos mostraban una pequeña chispa de desconfianza e incertidumbre- lo que quiero decir es... ¿Que andabas husmeando en mis cosas?

Volví a ponerme nervioso por la cercanía, su mirada demostraba una chispa de reto.

Pero ya sin rodeos, sin nadie que nos interrumpiera, saque la pequeña cajita que estaba oculta, dejando sorprendido en mas de un sentido a Serena.

Parecía que una gata le habia mordido la lengua, sus manos temblorosas tomaron el objeto frente a ella, y me miro aun sorpendida.

-¿Para mí?- preguntó.

Asenti.

-Pero no te sientas la gran cosa, fue solo cumplir con un reto- mi sonrojo no desaparecia por mas que lo intentará, estaba cometiendo lo que menos quería.

Sonrió soltando al mismo tiempo una tierna sonrisa, dejandome enbobado por un rato.

-No importa...- apego en su pecho los chocolates-  gracias.

Resultó ser mas un chocolate de obligación que por afecto.

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N/A: Sinceramente no me gusto 😑 pero no podia dejar este dia sin relato, lo corregire despues pero, por el momento, espero que la historia sea entendible.