Posibles Trabas

capítulo 3

-Ya sabe lo que tiene que hacer ¿Verdad? - espera a que le conteste.

- Si.- digo con cansancio y ruedo los ojos.

- Repítalo.

- Tengo que estar callada, no hablar con nadie, no mirar a nadie y no tocar nada.

- Bien. - sale del coche y luego lo hago yo. Camina hacia la casa seguido por mi.

Está todo acordonado y hay varios policías custodiando las inmediaciones a la casa.

- Wow... - miro a mi alrededor, es increíblemente grande. - Esta gente tiene que estar forrada.

-Shhh... - escucho chistar al Inspector.

Ruedo los ojos y espero junto a él para que abran la puerta.
Veo aparecer a uno de los agentes. - Buenas Inspector.

- Buenas.- nos adentramos en el edificio - ¿Qué llevan hasta ahora?

- Hemos hablado con los vecinos, uno de ellos dice que vio un todoterreno negro aparcado dos calles más abajo. Por lo visto le pareció raro porque nunca lo había visto antes por el barrio, lo hemos llevado a comisaría.

- Bien ¿Qué más tiene? - se cruza de brazos.

- El cadáver está en la planta de arriba, en el despecho de su marido. El forense está con la agente Pérez fotografiando la escena y el señor Mijaíl Bogalenov está en el salón junto al agente Galindo.

- Entendido. Quiero que vaya al ayuntamiento y trate de averiguar qué compañía lleva la seguridad privada del barrio, quiero que recopile todas las grabaciones de las cámaras de seguridad.

- Entendido.

Miro hacia el fondo y veo a un señor llorando con las manos en el rostro, Jorge está junto a él.

Veo como se marcha el agente que estaba antes con nosotros y Víctor comienza a caminar, lo sigo pero en cuanto escucha mis pasos se decirte y me mira.

- ¿Dónde va?

- Con usted. - digo simple.

- No, usted se queda aquí, quieta y calladita.

- Pero yo quiero...

- Me da igual lo que usted quiera, se queda aquí sin moverse.

Sin darme tiempo a responder se marcha escaleras arriba y me quedo sola.

-Esto es más aburrido de lo que imaginé, comienzo a observar mi alrededor - Bonito suelo. - observo el parquet blanco que cubre toda la casa - Pero esto para limpiarlo tiene que ser un fastidio.

Unos fuertes ladridos captam mi atención, miro hacia los ventanales que están por detrás de la la escalera y veo un enorme rottweiler ladrando en mi dirección -Si no estuviera atado me comía seguro.

- Buh.- me sostienen los hombros y me sobresalto. Me giro en seguida.

- Vaya susto me has dado.- pongo la mano en mi corazón.

- Te veía muy concentrada mirando a la fiera esa.

- Si, es enorme.- vuelvo a girarme para mirarlo al igual que hace Jorge. - Da miedo.

- Bastante, y suerte que no has sido la primera en llegar, cuando hemos llamado al portero estaba suelto y parecía que iba a romper la puerta para hacernos trizas. - Observo al animal tirar con fuerza de la cadena de hierro  lo sujeta al suelo - Veo que te han dejado aquí.

- Si, está bastante claro que no le hago mucha gracia al inspector.

- Ya se le pasará, se terminará acostumbrando.