Sola

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Sola, otra vez sola en la oscuridad de la noche con sus ojos derramando lágrimas, llorando sin consuelo. La almohada mojada por el agua salada de sus ojos, aquellos ojos que no mostraban alegría, sólo mostraban una tristeza profunda y grande, una tristeza que haría llorar a cualquiera en esa situación.

-otra vez sola, otra vez me dejaron- se repetía en susurros-¿qué fue lo que hice mal?- se repetía mientras lloraba.

Los chicos y chicas que consideraba sus amigos siempre se alejaban y ella terminaba llorando en su cama a altas horas de la noche. "¿qué hice mal?".

Lentamente se fue durmiendo y dejando aquella tortura para disfrutar de los más hermosos sueños.

Se levantó de la cama y fue a la escuela con la mejor sonrisa que pudo. Al salir del colegio, poco quedaba de aquella sonrisa.

Se decidió y al llegar a casa, corrió a la habitación tan rápido como pudo mientras pequeñas lágrimas rodaban por sus mejillas.

Su madre, preocupada, dejo los platos a medio lavar y se encaminó hacia la habitación de su hija. Se acercó al cuarto y escucho que alguien tocaba la puerta de entrada. Fue a abrir y se encontró a Sofía, una de las amigas de su hija.

-necesito hablar con su hija, hice algo mal y quiero disculparme- Dijo sinceramente.

-claro, pasa- Dijo la madre.

-gracias-

Entonces ambas llegaron a la puerta de la habitación y tocaron. "No quiero hablar con nadie" fue la respuesta obtenida. Intentaron abrir pero estaba cerrado. Luego de forcejear un rato logrado abrir.

Nadie podía creer lo que veía, la joven se estaba sujetando de la baranda del balcón mientras estaba del lado de afuera.

- ¡¡No lo hagas!!- gritaron su amiga y su madre.

-¿ y qué si lo hago?-respondio triste- todos me traicionan y me hacen sufrir- Dijo y rompió en llanto.

Estaba por soltarse cuando unos brazo la rodearon.

-¡¡déjame!!- Dijo mientras volteaba a ver a Sofia-no quiero volver a sufrir- dijo.

-Marti, yo... te necesito-dijo sollozando- no te vallas... Por favor no lo hagas- lloró.

-sofi- susurro y volvió a su cuarto- no mientas por favor- Dijo en voz baja mientras algunas lágrimas se asomaban- por favor no lo hagas- rompió en llanto.

- no te miento, eres alguien muy importante para mí- Dijo abrazando a su amiga- perdón por no estar contigo cuando me necesitaste- Dijo llorando en el hombro de su amiga.

-n... nunca antes me habían dicho algo tan lindo y sincero- Dijo devolviendo el abrazo- gracias.

-nunca más te dejaré- Dijo uniendo sus labios en un pequeño beso ante la asombrada mirada de la madre.

-¿t... tu me amas?- preguntó Martina.

- si- Dijo algo sonrojada.

-yo también te amo- y volvieron a unirse en un beso.

Ahora lo único que quería Martina, era no volver a estar sola.

Los escritos de DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora